Por André Agurto
luis.agurto@diariogestion.com.pe

Con 36 años en funcionamiento, el Museo del (BCR) es un espacio cultural con una identidad recientemente renovada. “Se apuntaba a dinamizar la imagen del museo, a inyectarlo de energía”, sostiene su directora, Pilar Riofrío. Este proceso, que tomó año y medio en desarrollarse, ha comenzado a rendir frutos.

¿Qué fue lo más complejo?
El museo pertenece al BCRP y, como tal, era importante mantener el vínculo con el banco, que es nuestra organización madre. A la vez, también queríamos que tenga su propia identidad frente al público.

Se decidió abreviar el nombre…
Se eligió renombrarlo como Museo Central porque mantiene la conexión con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Además, el local está en el centro.

¿Y la abreviación “Mucen”?
Se ha hecho para seguir la tendencia de muchos museos a nivel nacional e internacional de ser llamados con nombres más cortos, como el MoMA, Malba, MET MAC, MALI, entre otros. Eso nos permite acercarnos a nuevas generaciones.

¿Ha funcionado?
La gente ya lo llama Mucen. Fue un vínculo muy rápido.

También cambió la línea gráfica…
Sí, el amarillo es un color que está vinculado con la alegría, con sentirse bienvenido, con el sol. La M tiene en el medio un símbolo que se puede vincular con la parte numismática, pero también tiene reminiscencias con iconografía andina y colonial.

A poco más de un año del rebranding, ¿ya hay resultados?
Quisiera aclarar que no solo se ha pensado en los millennials, simplemente en acercarlo a toda la comunidad. Antes, el museo estaba más enlazado a la línea gráfica del banco, que es más formal.

¿Aumentaron las visitas?
Sí, han aumentado. Las agencias de viajes ya lo han incluido dentro de sus recorridos. Además, hemos captado un público nuevo, jóvenes adultos, que vienen a nuestras actividades.

¿Cómo cuáles?
Actos de teatro, el último viernes de cada mes abrimos hasta las 10 de la noche, entre otros. Sin embargo, para nosotros más importante es la forma como queremos posicionarnos.

¿Cómo es?
Como un museo de experiencias. Queremos enseñar a explorar obras, que no es lo mismo que aprender los detalles técnicos.

¿Qué otras pasos incluyó el rebranding?
Abrimos la tienda del museo y les ponemos mucha atención a nuestras plataformas digitales.

¿Cuánta fue la inversión?
No mucha, teniendo en cuenta que los espacios y obras son las mismas. Sin embargo, el próximo año iniciaremos un proceso de renovación museográfica, que requiere más tiempo e inversión.