Dagiana Peves
Existen dos tipos de personas. Por un lado, están aquellas que tienen los estantes llenos de cremas de día, de noche, para reducir arrugas, contorno de ojos e hidratantes. Por otro, están quienes a lo más usan jabón para limpiarse al final del día o lo hacen con un chorro de agua.
Estos últimos podrían incluirse dentro de la tendencia de belleza conocida como el “skin fasting” (ayuno de la piel por su traducción del inglés). De acuerdo al portal El País, la idea fue propuesta por la marca de productos cosméticos japoneses Mirai Clinical, basados en la cultura del “menos es más”.
En ese sentido, los expertos de la compañía plantearon los beneficios de pasar una noche a la semana sin usar cremas. El argumento de la firma es que la piel cuenta con sus propios mecanismos de hidratación, pero estos se interrumpen con el uso o abuso de productos cosméticos.
Autoeficiencia de la piel
El verdadero problema de las cremas no está en sus compuestos, sino que su uso frena el engranaje propio de la piel para mantener los niveles de hidratación. Pedro Rodríguez Jiménez, dermatólogo miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, explica para El País que, si bien no hay estudios sobre el ayuno, es coherente que este método funcione porque la dermis es capaz de recuperar sus capacidades. Para notar los resultados, una noche no es suficiente, resalta el experto. “Hacen falta entre dos y tres semanas sin usar nada para ver los efectos”. Advierte que los primeros días se siente resequedad.
¿Qué es indispensable?
“Es muy probable que algunas necesidades se sobrestimen o se quieran extrapolar al 100% de consumidores”, afirma Óscar Medrano, asesor médico de Bahía Solar. Basta con dar un paseo por las góndolas para observar la cantidad de productos que se ofrecen para el cuidado de la piel.
Pero los tiempos reducidos hacen que resulte casi imposible utilizar adecuadamente cada uno de ellos. ¿A qué hora tendría que levantarse solo para atender este ritual?
De acuerdo con Medrano, solo deberían utilizarse aquellos productos que son estrictamente necesarios, que tengan prescripción médica y “sobre todo” que se puedan mantener económicamente en el tiempo. “Cada aplicación implica un procedimiento. Es por ello que tener varios usándolos simultáneamente podría resultar un dolor de cabeza”, agrega.
Para el dermatólogo y profesor de medicina en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Manuel del Solar, un buen limpiador, hidratante y fotoprotector son suficientes en la mayoría de casos. “No porque utilicemos más productos nuestra piel estará mejor”, señala.
Resalta que, por el contrario, el exceso de sustancias puede alterar las condiciones naturales del cutis o provocar efectos indeseados.
El Dato
Factores determinantes. Conservar una piel saludable no solo depende del sinnúmero de cremas a aplicar. El especialista Óscar Medrano apunta a la importancia de una buena alimentación, rica en antioxidantes y agentes reparadores. Además, debe ser protegida de la radiación solar. Evitar automedicarse, “aunque la lesión parezca banal es mejor buscar ayuda especializada”.
“Algunas personas exageran en la aplicación de productos y muchas veces estos se convierten en factores de agresión”.