César Antúnez de Mayolo
Profesor de Pacífico Business School
Tienes un cargo gerencial y en tu empresa se adaptaron muy bien al trabajo remoto, pero a pesar de sus grandes ventajas, sienten que en muchas áreas se necesita retomar el trabajo presencial. Sin embargo, una gran mayoría prefiere quedarse en casa bajo la modalidad de trabajo remoto, pues así ahorran gastos de transporte público, taxis, gasolina, entre otros, además de las ventajas que da el estar más tiempo en el hogar.
Qué tan conveniente es retomar el trabajo presencial y qué puestos deben necesariamente tener la prioridad? ¿Debemos estar dispuestos a deteriorar nuestro clima laboral? ¿Cómo deberíamos entusiasmar a aquellos colaboradores que no se sientan a gusto regresando a la oficina?
¿Bendita cuarentena?
La forzosa masificación del trabajo remoto trajo ventajas importantes en las organizaciones, como el hecho de poder celebrarse muchas reuniones al día y que éstas comiencen y finalicen puntualmente, realizar cursos a distancia con plena asistencia y eficiencia, así como el ahorro en gastos de alquileres y mantenimiento de oficinas o la posibilidad de librarnos de activos que se convierten en prescindibles. Y en cuanto al trabajo en equipo, ha hecho más fácil la coordinación entre colaboradores, mejorando también los procesos de toma de decisiones.
¿Home alone?
Mientras Jack Dorsey, fundador de Twitter, afirma que los trabajadores de la empresa pueden trabajar desde casa “para siempre”, Reed Hastings, fundador de Netflix, sostiene que el home office es “meramente negativo”.
A pesar de sus ventajas, el trabajar desde casa no facilita el construir relaciones con colegas -especialmente para el caso de los nuevos colaboradores-, dificultando que las organizaciones construyan y mantengan su cultura empresarial, la cual es más fácil afianzar cuando los trabajadores comparten presencialmente el día a día y participan en reuniones de área o de toda la empresa, en contexto formal o informal.
En general los colaboradores en trabajo remoto laboran más horas al día, lo que no necesariamente se refleja en una mayor productividad. Al parecer, ello está relacionado a que resulta difícil encontrar espacios de tiempo para poder concentrarse y dedicarse a labores que implican no tener interrupciones, así como el hecho de pasar menos tiempo siendo evaluados y recibiendo coaching.
Encontrando el balance
La mayor parte de las actividades en áreas como finanzas o servicios de TI pueden hacerse en remoto, pero hay otras que requieren estar cerca a los colaboradores o a clientes, las cuales necesariamente deberán tener un formato presencial. Si el adaptarnos a trabajar desde casa a instancias de la cuarentena fue desafiante, el regreso al trabajo presencial será aún más retador, por lo que las decisiones que tomemos al respecto impactarán de manera importante en la eficacia y el clima laboral.
EL DATO
Decisiones. Según una reciente encuesta de Harvard Business School entre 1,500 empleados en EE.UU., el 81% no quiere regresar a la oficina o preferiría un esquema híbrido, mientras solo un 18% estaría a gusto con un formato totalmente presencial.