Salir a comprar los alimentos, medicinas, artículos para el hogar, o hasta un vehículo o una vivienda, puede determinar el comportamiento de la economía en un país, a ello se denomina “consumo privado”.
¿Qué tan relevante es el “consumo privado” en el Perú y qué factores influyen ahora en estas decisiones de compra? Para tener un panorama general, primero veamos algunas cifras.
Para el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el consumo de las familias o privado, y no del Estado (o público), representa el 64% del PBI, según el Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas. Es decir, de cada S/ 10 del PBI, S/ 6.4 corresponden al gasto que realizan las familias, o, dicho de otra manera, por cada sol que se gasta, se contribuye al PBI en S/ 1.5.
De esta manera, el gasto familiar tiene una correlación cercana en el resultado de la economía, y para este año se espera que el consumo privado crezca en 7.8%.
Pero, ¿cuál es el comportamiento que tienen ahora las familias y qué se espera para los próximos meses?. Para ello conversamos con tres especialistas: Alberto Haito, de Arellano Consultoría; José Oropeza, de Impronta Research; y José Ruidias, de Global Trade Marketing y profesor de Pacífico Business School (PBS).
La primera pregunta es sobre cómo gastan ahora, frente a dos ejes ¿la incertidumbre política los afecta? ¿hay mayor consumo y es indiferente a la coyuntura? Las respuestas son diversas.
Ante ello, qué están haciendo las empresas y qué se espera para el cierre del año.
COMPORTAMIENTO ACTUAL: TRES PERFILES, IMPACTO DEL DÓLAR Y MÁS INVESTIGACIÓN DE MERCADO
Alberto Haito, director de Arellano Consultoría, menciona que hay temores en el consumidor, que dependerá de quién sea el presidente.
De esta manera describe que, lo que observa es un escenario con tres perfiles, los que compran los productos de primera necesidad y lo seguirán haciendo, pero que son más selectivos, buscando entre las marcas económicas (que son las más baratas) y las accesibles (que por su tamaño implica un menor desembolso).
“Por ahora se necesita tener mucho cuidado a la hora de comprar los bienes de consumo. Es un (consumidor) optimizador”, sostiene.
Por otro lado, en la compra de grandes bienes “se vuelven más cuidadosos”; que lo compre ahora o más adelante no cambia mucho, por lo que se observa una postergación de la compra.
En tanto, en los bienes intermedios, en principio la reacción es no comprar, pero ven que un televisor es más barato que un celular y tienen una facilidad crediticia, que permite pagarlo a plazos, y por ello se animan a comprarlo.
José Ruidias, socio de Global Trade Marketing y profesor de PBS, menciona dos conductas, por un lado, el impacto fuerte en las decisiones de consumo de las familias, que se ven afectadas por el tipo de cambio.
“Si antes un producto costaba US$ 20, lo que era alrededor de S/ 65 y ahora ya es casi S/ 80, solo ese efecto hace que se tenga que subir de precio, eso es inevitable, sobre todo para el comercio minorista”.
Por otro lado, observa un efecto contrario, como la reacción de las familias ante la liberación y ampliación de horarios; se observa una seudo seguridad lo que se convierte en una “fuerza positiva” para el consumo.
En medio de todo ello, José Ruidias sostiene que, las protecciones de los plásticos en mercados, hace que se generen barreras entre el consumidor y su experiencia de compra, como aspecto negativo; y como contraparte se tiene la liberación de la CTS y ahora de la AFP que podrían contribuir al consumo.
En lo político y socioeconómico, Ruidias señala que los niveles socioeconómicos A, B y C no dejaron de consumir, y son los que más votaron por Keiko; la preocupación que tienen ahora es más por el mediano y largo plazo, no por el corto plazo.
En tanto, las familias de los niveles socioeconómicos D y E, sí redujeron su consumo y ellos son los que más votaron por Pedro Castillo, ellos están moviendo la aguja, no les interesa el tema político y su mirada es más sesgada a que cambien las cosas.
José Oropeza, CEO de Impronta Research, lo que ha visto es que las personas con ahorros más grandes, buscan como lo protegen, por ahí percibe un poco el miedo, pero no una contracción importante en el gasto, hasta el momento.
“En la parte de investigación de mercado, cuando normalmente se contrae el consumo, no importa si banca o servicios, la personas y empresas dejan de investigar. Pero se sigue investigando, buscando estrategias para que el consumidor o mantenga su consumo o aumente su frecuencia”, menciona.
De la observación realizada, José Oropeza indica que donde no se necesita grandes desembolsos como alimentos, entretenimiento, se sigue comprando.
Sin embargo, coincide con Alberto Haito, al indicar que el consumo de bienes más grandes como vehículos, inmuebles, e incluso en los temas de estudios o maestrías, es ahí es donde se ve más detenido, “son decisiones que te acompañarán un largo periodo”.
SE ESTÁN ADAPTANDO LAS EMPRESAS: MÁS COSTOS, UN RE-BRANDING Y EL E-COMMERCE CON VALOR
Alberto Haito, de Arellano Consultoría, sostiene que las empresas se están adaptando, y es que las empresas tienen que pagar planillas, insumos y no se puede parar la venta.
“Las materias primas en el mundo han subido, a eso se suman los fletes. Si por las empresas fuera se subirían los precios, pero ello no pasa porque se podría parar la venta. Las empresas en general están operando con márgenes más bajos, porque el precio de reposición de las materias primas está más alto”, indica.
A ello, como se menciona líneas arriba, está el enfrentarse a un dólar más caro.
“Hoy deberías ver inflación, pero todos están aguantando y sacrificando márgenes”, comenta Haito.
En este esfuerzo las empresas están dando promociones, pero siempre que el beneficio sea directo, no a futuro. El consumidor no está dispuesto a esperar.
José Oropeza, de Impronta Research, menciona que lo observado ahora es que las empresas están realizando estudios relacionados al lanzamiento de productos, al re-branding, a hacer más atractivas sus marcas y dar a conocer nuevos productos.
“Quieren conocer la frecuencia con la que comprarían un producto y qué tan atractivo es el producto que lanzarán. Eso te habla que en el mercado no se queda quieto, sino que van tras un posicionamiento a través de la construcción de la marca”, menciona.
José Ruidias, de Global Trade Marketing y de Pacífico Business School, incorpora un elemento adicional a la adaptación, es el comercio electrónico, obligados por la pandemia o adaptándose a ella, menciona que han tenido que dar una respuesta inmediata al consumidor.
“Adaptarse a las expectativas de los consumidores, que demanda mucha inmediatez, los negocios tienen que ser rápidos”, sostiene
Relata por ejemplo que acaba de cambiar los lentes y ese proceso que suele ser presencial, lo hizo íntegramente online.
Por otro lado, comenta que las restricciones han generado que los consumidores sean más racionales.
“Los que mejor han aprovechado esa situación son quienes cuidan la ecuación de valor, que te reconocen más por el dinero que se está pagando, y no se trata de dar más”, refiere.
En consumo masivo se han adaptado con empaques más grandes como los papeles higiénicos que pueden manejar descuentos sin sacrificar márgenes, o han achicado y quitado algunos atributos que no eran relevantes para el consumidor.
LO QUE SE ESPERA PARA EL CONSUMO: TRES ESCENARIOS, RIESGO DE DISCURSO EXTREMO Y MENOS RUIDO POLÍTICO
José Ruidias, de Global Trade Marketing y de Pacífico Business School, espera que la recuperación del consumo se observe este año, aunque su realismo lo lleva a pensar que será recién en el 2022.
Regresar a niveles de consumo dependerá del tema sanitario y político, coinciden los tres especialistas.
En este caso, Ruidias le añade tres escenarios: el trágico, que sería el pesimista, en el que se podría dar una tercera ola y estar frente a un gobierno estatista. Ante ello, sostiene que el consumo se contraerá en el mediano y largo plazo.
“El tipo de cambio se elevará, habrá una salida de capitales, menos inversiones y las empresas comenzarían a migrar. Esta es una probabilidad del 25%”, detalla.
En el escenario más optimista, describe que ya no habría tercera ola y que en setiembre u octubre se termine de vacunar a todos los peruanos, y además que el gobierno adopte un modelo que impulse la economía.
“Ahí sí el retorno al consumo prepandemia sería hacia fines de año. Ese escenario es poco probable, en términos de probabilidad, será del 25%”, indica.
Y el 50%, sostiene que la moderación en un eventual gobierno de Castillo, -si lo declaran ganador- no sea tan amplia, sino que haya una pugna entre los socialistas más radicales y los menos radicales o progresistas. Y que el tema de la pandemia no se controle tan rápido.
“En ese escenario, haría que sea un año de recuperación lenta, con un crecimiento menor al proyectado. La recuperación del consumo recién se podría pensar en el 2022”, indicó.
Ahora las empresas, comenta Ruidias, en los directorios están en “wait and see” (espera y mira) frente a la coyuntura. Hay que tener en cuenta que la inversión privada es el gran generador de trabajo de largo plazo, y por ende de empleo formal, anota.
José Oropeza, de Impronta Research, menciona que tendría que existir un discurso muy extremo como para que se contraiga no solo el consumo, sino las inversiones.
“Creo que una señal moderada con cambios obviamente, dará una cierta confianza al mercado promocionando el consumo”, indica.
Lo que siempre se ha visto -sostiene Oropeza- es que cuando se ha tenido incertidumbre, “el empresario ya aprendió a arreglárselas” en paralelo a lo político, sabe que tiene que continuar, generar ingresos y comunicarse con el mercado y no esperar de brazos cruzados de cómo se desenvuelven las cosas.
Para Alberto Haito, de Arellano Consultoría, dice que aunque este es un año en el que se está abriendo camino a la recuperación, el ruido político hace que la recuperación sea más lenta.
“Lo que primero se tiene que hacer es bajar el ruido político, y eso se dará cuando se defina, de la mejor forma, el tema de las elecciones”, afirma.
A ello añade que, “de la pandemia nos vamos a recuperar y eso es previsible, pero el tema es el ruido político y de eso no tenemos una idea clara”.
“Ya nos ha hecho daño, y se dice que 2 puntos se han perdido por el ruido político, pero en la medida que se baje el ruido político se verá la recuperación. Ya otros países se están recuperando”, afirmó.