Maradona buscaba cerrar varios negocios en China. (Foto: AFP)
Maradona buscaba cerrar varios negocios en China. (Foto: AFP)

El empresario colombiano Marco Monroy tenía una gran admiración hacia . Al enterarse que el astro argentino se hospeda en su mismo hotel de Pekín, decidió buscarlo y pedirle un autógrafo.

Maradona se encontraba en China en noviembre de 2003 para lanzar una línea de ropa deportiva con su nombre, asistir a conferencias pagadas y promocionar su autobiografía traducida al idioma de ese país.

Monroy, por su parte, se encontraba junto a su esposa en un evento sobre cambio climático y fundador de una empresa de créditos de carbono. Después de desperdiciar varias horas esperando al ‘Diez’ en el lobby del hotel, inició un recorrido por todos los pisos, hasta que en un pasillo escucharon la banda argentina la mosca, proveniente de una suite.

Al tocar la puerta, salió el médico personal del exfutbolista. Les comentó que el argentino estaba conversando por teléfono y luego los llamaría. Fiel a su estilo, Maradona invitó a Monroy junto a su esposa.

Según detalla la BBC, Monroy conoció otra faceta de Maradona, quien estaba solo con su médico y convencido de que habían cambiado las condiciones a sus compromisos. “Estaba incómodo con la situación, prácticamente de rehén en China, negociando en un hotel sin abogados”, dijo Monroy.

Al notar tal situación, el empresario lo ayudó. Si necesita apoyo lo ayudo, soy abogado de profesión (...) Me dijo que sí, que muchas gracias”.

“Le dije: ‘si necesita apoyo lo ayudo, soy abogado de profesión’”, agrega. “Me dijo que sí, que muchas gracias”.

Monroy explica que en ese viaje Maradona pretendía aliviar sus problemas financieros y pagar la hipoteca de unos inmuebles que quería dejarle a sus hijas en Argentina. Asegura que tampoco buscaba explotar sus posibilidades de ganar dinero en China, por el contrario, prefería tener tiempo para jugar golf.

“La angustia era más por el futuro de sus hijas que la situación económica. El dinero no lo movía, sino la familia, pasar un buen momento, disfrutar de la vida”. Decía que a Maradona le gustaba vivir en Cuba porque podía ir a cualquier lugar y la gente a veces ignoraba quién era.

El abogado señala que Maradona tenía mucha rapidez, no solo en el fútbol sino también en la vida, y lo pudo notar en China. “Cuando queríamos alguna prebenda en una cláusula, y ellos aceptaban, se levantaba y comenzábamos a abrazarnos como si hubiésemos metido un gol”, conmemora.

‘La Mano de Dios’

Monroy también tuvo el gusto de hablar de fútbol con Maradona, quien le contó el gusto por futbolistas zurdos y demostró lo adelantado que podía estar a las jugadas. Una de las noches, el colombiano le pidió que contará cómo hizo la famosa ‘mano de Dios’.

El astro se paró en la sala y explicó cómo recibió el balón, vio al portero inglés Peter Shilton y midió las distancias. Como logró saltar con su brazo extendido y cómo miro con el rabillo del ojo al juez de línea y comprobó que el gol había sido validado.

“Eso fue tal vez lo más memorable de esa experiencia: Que Maradona haya recreado el gol sólo para mí en Pekín”, comenta.

En cuanto a las negociaciones, Monroy confirma que fueron exitosas y ambas partes quedaron satisfechas.