Eloy Cuadros.

Desde el 2004, cada primer sábado de febrero se celebra el día de uno de los cócteles más disfrutados y famosos del Perú: el .

En el bar del Hotel Maury, que dio inicio a todo un legado de cultura etílica, Gestión conversó con uno de los bármanes que creó -quizá sin saber- uno de los símbolos patrios con más arraigo y que es hasta producto de exportación.

Sin embargo, es preciso indicar que según José Antonio Schiaffino, el inventor del pisco sour habría sido el californiano Víctor Morris, dueño de Morris Bar, en el centro de Lima.

“A inicios del año 1920 se crea el primer en el Maury, en la construcción antigua, con los ingredientes solo de pisco, azúcar, limón y hielo”, cuenta Eloy Cuadros Córdova, uno de los creadores del actual y famoso cóctel.

Sin embargo, la versión de aquel entonces era una bebida “muy parecida a la limonada, que no tenía presencia, no tenía el cuerpo que hoy sí tiene”, nos comenta Cuadros.

Ante dicha revelación, el entonces dueño del Hotel Maury, Antonio Bergna Maturo, les comentó a los 3 bármanes que tenía en su local.

“Algo tienen que hacer, porque este pisco sour no tiene presencia. Busquen y creen algo”, habría dicho a inicios de los años 50.

Como tenían estos tres trabajadores una buena relación con el dueño, las palabras sirvieron de motivación y empezaron a crear.

“Cada viernes nos reuníamos, yo muy menor con 17 años y ellos ya mayores que no viven en estos momentos. Empezamos a buscar el cuerpo y primero le quitamos el azúcar”, cuenta Cuadros.

“Preparamos nuestro propio jarabe de goma, agregamos la clara de huevo pero en muchas oportunidades se nos hacía mucha espuma. No llegábamos al máximo temple de preparación”, añade.

Sin embargo, para 1952, el cuerpo del se reveló. “Con el jarabe de goma, le agregamos clara de huevo, el amargo de angostura y ahí está”, explica.

La receta perfecta

Para Cuadros, hacer un pisco sour no es una tarea titánica, ni debería serlo si se sabe es un aperitivo antes de la cena o del almuerzo.

“Compramos una botellita de pisco, un jugo de limón. Si no hay jarabe de goma, azúcar. Media clarita de huevo y hielo al gusto. Tres medidas –cualquiera, advierte- de pisco, una medida de jugo de limón, una medida de jarabe de goma, el hielo y a la licuadora. Vas a ver que le agarras al ”, explica.

Una anécdota

Quizá el episodio más famoso que alberga el mítico bar del Hotel Maury es el caballo que probó el pisco sour.

Para 1964, un caballo de la familia Berckemeyer ganó el Premio Internacional de América, que se desarrolló en el flamante –en aquel entonces- Hipódromo de Monterrico.

“Óscar, si gana este internacional –el de 1965-, a mi bar le pongo el nombre de tu caballo”, le habría planteado Antonio Bergna a su amigo.

Dicho y hecho, por los siguientes 8 años, el bar no solo se llamó “Dardanus” sino que el corcel tuvo la dicha de poseer el inigualable título de ser el único campeón de probar el célebre pisco sour.

Eso hasta que otro triunfador le arrebate tamaño rótulo, aunque creemos que eso no sucederá.