Universidad Johns Hopkins (Foto: AFP)
Universidad Johns Hopkins (Foto: AFP)

La donación récord de US$ 1,800 millones de Michael Bloomberg para ayuda financiera a la Universidad Johns Hopkins refleja el problema de la deuda estudiantil en Estados Unidos, que puede ser una carga incluso años después de que los estudiantes se gradúen.

Según el Departamento de Educación, 42.2 millones de estadounidenses estaban pagando un préstamo federal estudiantil para fines de junio del 2018 por un monto total de US$ 1.5 billones, el mayor volumen de deuda tras los préstamos hipotecarios.

Bloomberg, exalcalde de Nueva York, dijo que le estaba haciendo un regalo a su alma mater para ayudar a estudiantes calificados pero de bajos y medios ingresos a acceder a la educación terciaria, en un país donde los costos habitualmente superan los US$ 50,000 al año en universidades de élite, una barrera prohibitiva para la mayoría de las familias.

"Yo fui afortunado: mi padre fue un contable que nunca ganó más de US$ 6,000 al año. Pero yo pude costearme la Universidad John Hopkins a través de un préstamo estudiantil de Defensa Nacional y a mantener un trabajo en el campus", escribió en una columna en The New York Times el fundador el servicio de noticias financieras del mismo nombre.

La donación, que se cree es la más grande que se ha realizado a una universidad, "asegurará que podamos reclutar a más estudiantes de primera generación y de bajos ingresos, y que les proporcionemos acceso completo a todas las dimensiones de la experiencia Johns Hopkins", dijo su director, Ronald Daniels.

En la actualidad, el 44% de los estudiantes en la institución de Baltimore, Maryland, completan sus estudios endeudados, en promedio debiendo más de US$ 24,000, según datos de la universidad.
"Una gota en el océano"

Para Sandy Baum, profesor universitario en el Instituto Urban, la donación de Bloomberg es "genial" pero "eso es solo una gota en el océano".

Su gesto hubiera tenido un mayor impacto si el dinero se hubiera destinado a mejorar la calidad de la educación para más estudiantes en instituciones privadas o públicas menos elitistas, dijo, agregando que éstas carecen de fondos.

Baum no se opone a los préstamos estudiantiles porque para la mayoría de los estudiantes la elección se convierte en una opción entre ir o no a la universidad.

La mayoría de las deudas estudiantiles, explica, se encuentran entre US$ 15,000 y US$ 20,000, pero no es inusual alcanzar los US$ 40,000 para un título de licenciado (cuatro años de estudio).

El College Board estima que el costo promedio de un curso de cuatro años en una universidad privada es de US$ 34,740, sin contar el alojamiento ni los gastos diarios.

Muchos estudiantes toman préstamos del gobierno federal o de prestamistas privados.

Algunos, especialmente los menos ricos, caen en la espiral del sobrendeudamiento cuando se ven incapaces de pagar sus préstamos.

Así, pierden el acceso al crédito, no pueden alquilar una casa ni comprar un automóvil.

Fed preocupada

El problema preocupa a todos, incluso al banco central de Estados Unidos. "A medida que las deudas estudiantiles continúan creciendo y se hacen cada vez más grandes, podrían detener el crecimiento", advirtió el presidente de la Fed, Jerome Powell, en marzo.

Joanna Darcus, abogada de la organización de protección al consumidor NCLC, indicó que la donación de Bloomberg es necesaria en un "sistema completamente quebrado".

Para los estudiantes de bajos ingresos "es muy importante bajar el costo de la educación", ya que la deuda estudiantil aumenta la brecha entre ricos y pobres, dijo.

La NCLC aboga por un aumento de las becas universitarias, ya que de esa manera "la deuda del estudiante no le perjudica decisiones a nivel personal, profesional o financiero", agregó.