El deshielo de los glaciares

El Ártico se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta, lo que afecta especialmente a los glaciares de Groenlandia.

Este proceso se acelera por sí mismo: la nieve derretida expone al hielo que hay debajo, absorbiendo los rayos del sol y aumentando el deshielo.

En el otro lado de la tierra, el 90% de las capas de hielo de la península Antártica también se están comenzando a desintegrar.

Las montañas no son una excepción. El hielo de algunas de ellas, como el Himalaya, el Kilimanjaro, los Alpes y los Pirineos también se está derritiendo. En los Andes, los glaciares están retrocediendo y algunos corren el riesgo de desaparecer.

Mientras, el nivel del océano aumenta debido a la combinación entre el derretimiento del hielo y el aumento de la temperatura, ya que el agua caliente tiene un volumen mayor que el agua fría.

En la actualidad se prevé que para 2100 los niveles aumenten entre 26 cm y un metro, lo que haría que algunas islas en el Pacífico o el Índico, como las Maldivas, terminen sumergidas.

Áreas densamente pobladas cercanas a la costa, como Bangladesh, Vietnam, Holanda y la costa este de Estados Unidos también corren peligro.