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De cara a las impredecibles elecciones en , uno de los hombres más ricos y poderosos del país expande aún más las fronteras de su imperio mediático y religioso.

"Nada que perder", la historia desde la pobreza a la riqueza del multimillonario obispo evangélico , debutó el viernes en , pocos meses después de que su lanzamiento en el cine atrajera a millones de brasileños al último instrumento de marketing de la Iglesia Universal. Fue la película más exitosa en la historia del cine brasileño, según TV Record, la estación de televisión controlada por Macedo.

Independientemente de si es verdad -otros medios locales cuestionaron la afirmación- la noche de su debut en Brasilia el 28 de marzo atrajo a muchas figuras de la élite política del país, incluidos diputados federales, gobernadores e incluso el presidente del Congreso.

Con sus canales de televisión, estaciones de radio y púlpitos, la Iglesia Universal de Macedo ya desempeña un papel importante en la formación de la opinión pública y, a medida que crece la incertidumbre política en Brasil, la disciplina de la organización y sus vastos recursos económicos parecen encaminados a tener un impacto significativo en las elecciones de este año.

Existen grandes esperanzas de que los representantes evangélicos en el Congreso dupliquen su tamaño después de la votación de octubre.

La Iglesia Universal no está "aliada a ningún candidato político", dijo su departamento de prensa por correo electrónico. Record declinó hacer declaraciones para este artículo.

"La programación, ya sea de entretenimiento, noticias o incluso religiosa, está orquestada completamente en torno a la defensa de los intereses políticos y económicos del grupo", dice Janaine Aires, investigadora que publicó un libro que detalla la relación entre religión, medios y política en Brasil.

Macedo controla un total de cinco medios de comunicación, pero ninguno es más poderoso que el canal de televisión que casi se le prohibió comprar, Record TV, a menudo considerada la segunda red más grande de Brasil.

Esto coloca a Macedo en una posición única y poderosa a medida que un grupo de candidatos presidenciales con menos popularidad lucha por la atención de los medios.

"Mire el estado de Sao Paulo. Tiene 645 municipios. ¿Cómo va a llegar una persona a conocer 645 municipios?", preguntó el candidato presidencial Geraldo Alckmin a un grupo de líderes empresariales la semana pasada en Río de Janeiro. "Tienes que estar en la televisión".

Con intenciones de voto que alcanzan un solo dígito, Alckmin ha estado trabajando horas extras para reunir apoyo. En un esfuerzo por obtener la simpatía de Macedo, Alckmin se habría reunido recientemente con el sobrino del obispo, Marcelo Crivella, otro obispo evangélico que demostró la fuerza política de la iglesia con su elección como alcalde de Río de Janeiro en 2016. Un asesor de Alckmin no respondió a una solicitud de comentarios.

Al menos un aspirante presidencial ya recibió algo de cobertura en Record. El empresario minorista multimillonario Flavio Rocha, candidato del Partido Republicano Brasileño, o PRB, la agrupación más estrechamente vinculada a Macedo, fue entrevistado recientemente en The Love School, un programa conducido por la hija de Macedo.

Rocha también invirtió en "Nada que perder". Un asesor dijo que Rocha ha patrocinado una serie de proyectos culturales y la película fue solo uno de ellos.

En su libro "Plan de poder", Macedo describió sus ambiciones de ver a la iglesia evangélica dirigiendo el país algún día. Considerando que el número de evangélicos ha crecido más del 60% entre el 2000 y 2010, de acuerdo con el censo general, las cifras parecen respaldar su proyecto.

Una encuesta de Datafolha del 2017 mostró que más del 30% de los brasileños se consideran evangélicos. Si la tendencia continúa, es probable que los católicos pierdan la mayoría después de unos cinco siglos de dominio.