Porsche. (Foto: Bloomberg).
Porsche. (Foto: Bloomberg).

El año 2018 fue muy bueno para la industria automotriz. Según Cox Automotive, se espera que las ventas de automóviles en  hayan sumado 17.2 millones de unidades ese año, más que el anterior y cuarto consecutivo con más de 17 millones, por sobre los pronósticos previos de la firma.

Dicho esto, espero con ansias los modelos que pueda llegar a probar en 2019.

Para empezar está la versión convertible del Bentley Continental GT, que fue uno de mis autos favoritos de 2018, así como el modelo también convertible del McLaren 720S. Espero que la versión descapotable sea más emocionante o mejor en cuanto a la tecnología que el cupé.

También estoy ansiosa por probar el Porsche 911 de nueva generación, el 992. Al ser la continuación de un modelo emblemático de 54 años tiene mucho que demostrar y mucho que perder si no acierta.

No obstante, hay un auto que se destaca por sobre el resto: el Porsche Taycan.

Mucho depende de este humilde sedán de cuatro puertas. Por ejemplo, marca el primer paso de Porsche hacia los autos electrificados de producción general (el híbrido 918 Spyder no cuenta). Además tendrá un papel crucial en la oferta de Volkswagen conforme la fabricante alemana ejecuta un plan para hacer frente a los grandes cambios en la industria automotriz.


La estrategia se centra en agilizar operaciones con el fin de aumentar las ganancias en miles de millones de dólares durante ocho años, todo eso mientras VW pone a disposición vehículos eléctricos de fabricación costosa como el Taycan, sin traspasar los costos adicionales a los consumidores.

También representa el primer desafío directo a Tesla, que ha dominado el mercado eléctrico de lujo desde el debut del Model S. El Taycan promete algunas habilidades excepcionales. Ejecutivos de Porsche afirman que tendrá un rango de unos 400 kilómetros y se cargará en menos de 20 minutos. Se espera que cuente con más de 600 caballos de fuerza y acelere a 100 kilómetros por hora en menos de 3.5 segundos.

Porsche invertirá más de US$ 6,900 millones de aquí a 2022 en movilidad eléctrica y para 2025 la mitad de los vehículos que producirá, incluida una versión eléctrica del Macan, serán completamente eléctricos o híbridos. Asimismo, Audi utilizará el mismo propulsor eléctrico y el 60%  de los componentes del Taycan en su próximo GT.

Además de invertir todo ese dinero, Porsche se unió a competidores como BMW, Daimler y Ford para instalar infraestructuras de carga rápida en Europa. Utilizan competencias como la Fórmula E a modo de prueba para desarrollar la tecnología que usan en esas carreras en autos eléctricos que puedan vender a los consumidores.

El mayor desafío que enfrente Porsche puede ser el que plantean sus propios fanáticos. Lea cualquier mención en las redes sociales y se encontrará con detractores, trolls y puristas de la marca que critican al vehículo usando epítetos que no se pueden reproducir aquí.

Estos fanáticos radicales argumentan que un Porsche eléctrico no es un Porsche. Pero lo cierto es que funciona bien, no creo que al público en general le importe mucho eso. Después de haberlo visto más recientemente en Ciudad de México, puedo dar fe de su aspecto relativamente bueno, aunque me gustaría verlo en gris pizarra y con ruedas diferentes.

Una cosa es segura: será el vehículo más importante que Porsche haya lanzado.

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