River Plate celebra con el trofeo luego de ganar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores frente a Boca Juniors en el estadio Santiago Bernabeu en Madrid el 9 de  diciembre del 2018. (Foto: AFP)
River Plate celebra con el trofeo luego de ganar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores frente a Boca Juniors en el estadio Santiago Bernabeu en Madrid el 9 de diciembre del 2018. (Foto: AFP)

Desde que en diciembre pasado el River Plate argentino levantase la cuarta Copa Libertadores de su historia frente al Boca Juniors en Madrid, los 'millonarios' tendrán este sábado la oportunidad de revalidar su título de campeón 349 días después y a casi 9,600 kilómetros de distancia, en Lima.

De vuelta al continente sudamericano con la Copa conquistada en aquella atípica final en España, el camino de River para repetir título comenzó precisamente en la capital peruana y luego le llevó a visitar también Chile, Brasil y Paraguay, con un rendimiento donde fue de menos a más.

Dio la casualidad de que a los 'millonarios' les tocó debutar en esta edición de la Libertadores como visitantes del Alianza Lima, con el que empataron 1-1 en el Estadio Nacional.

Tropiezos iniciales

Los jugadores dirigidos por Marcelo Gallardo estuvieron a punto de comenzar con mal pie la defensa del título, pero lograron rescatar un punto en los últimos minutos del partido con un tanto de Cristian Ferreira, que neutralizó el gol inicial del joven peruano José Manzaneda.

Así iniciaba River su andadura en el Grupo A de la Copa Libertadores, donde estaba encuadrado con el Internacional de Porto Alegre y el Palestino, de Chile; además del Alianza.

Las alarmas se encendieron en Núñez cuando el conjunto bonaerense no pudo pasar del empate sin goles ante el Palestino en la segunda jornada de la fase de grupos.

Punto de inflexión en Porto Alegre

Después visitó al Inter brasileño y allí sumó su tercer empate consecutivo al igualar 2-2, en un partido donde el equipo local se puso con dos goles de ventaja, pero los argentinos lo nivelaron con tantos de Lucas Pratto y el uruguayo Nicolás De la Cruz.

Esa reacción fue el punto de inflexión para River, pues luego encadenó dos triunfos consecutivos ante Alianza, por 3-0 con tantos de Matías Suárez, Lucas Martínez Quarta y De la Cruz; y por 0-2 contra el Palestino, con goles de Javier Pínola e Ignacio Fernández.

Con ello los 'millonarios' se aseguraron su clasificación para los octavos de final como segundos de grupo cuando aún les faltaba recibir al Inter en el Monumental de Buenos Aires, donde volvieron a empatar 2-2, gracias a un gol en los minutos finales de Pratto, que evitó el triunfo de los brasileños.

Penaltis críticos en Belo Horizonte

Los octavos, ante el Cruzeiro, volvieron a sacar el lado más gris de River, que no pudo pasar del empate sin goles en ambos partidos, lo que llevó la eliminatoria a la tanda de penaltis en Belo Horizonte, donde el portero Franco Armani se erigió como héroe del vigente campeón.

Ese fue el momento más crítico de 'La Banda' en la actual edición de la Libertadores, pues los cuartos de final contra el Cerro Porteño paraguayo los sorteó con mucha más solvencia.

Presión en Asunción

River dejó muy encaminada la eliminatoria contra el equipo guaraní en el partido de ida, donde sacó una ventaja de 2-0 gracias a dos penaltis convertidos por el centrocampista Ignacio Fernández y el delantero colombiano Rafael Santos Borré.

En la vuelta en Asunción, un tempranero gol de Nelson Valdez para los locales metió mucha presión a los argentinos, que no respiraron tranquilos hasta que De la Cruz empató el encuentro con una soberbia volea en la segunda parte.

Final adelantada con Boca

Las semifinales fueron una suerte de final adelantada contra Boca Juniors, su eterno rival, con el que se volvía a encontrar en la máxima competición continental menos de un año después de haberse impuesto en la final disputada en el estadio Santiago Bernabéu.

La eliminatoria contra los 'xeneizes' también se le puso rápidamente de cara a los 'millonarios' gracias a un tempranero penalti convertido por Santos Borré para que luego Fernández ampliara la ventaja hasta el 2-0.

El encuentro de vuelta en La Bombonera fue duro y Boca apretó desde el inicio pero solo pudo anotar cuando faltaban 11 minutos para el final, por medio del venezolano Jan Carlos Hurtado, sin que en los minutos restantes pudiera hacer el segundo gol que igualase la serie, lo que dejó servido el pase para la final a River.