Estrés. (Foto: Difusión).
Estrés. (Foto: Difusión).

El ha sido considerado la epidemia número uno en todo el mundo.

Nuestra respuesta al estrés ha evolucionado para prepararnos a responder a episodios infrecuentes de estrés físico, no a la vida que vivimos hoy, cuyo estrés emocional tiene carácter crónico. La inestabilidad percibida y la incoherencia de personas e instituciones de las que dependemos y el consiguiente sentido de aislamiento e inseguridad exacerban ese estrés emocional.

El cerebro abrumado puede bloquearse durante un estado de estrés crónico, o una alta carga alostática que causa del 75% al 90% de los problemas de salud derivados del estrés.

Investigadores de la Universidad de California han desarrollado un programa digital llamado Entrenamiento Emocional del Cerebro, o EBT por sus siglas en inglés.  Su objetivo es mejorar la eficacia del cerebro en la prevención y el tratamiento de los problemas ocasionados por el estrés, que van desde la ansiedad y la depresión, a comer en exceso y a la consiguiente obesidad. 

Ellos han descubierto que el uso de estas cuatro técnicas basadas en el cerebro pueden ayudar a entrenar a este a recuperarse del estrés con mayor rapidez:

Vea el estrés como su oportunidad

Este sencillo ajuste mental impide que el estrés secundario reflexione sobre una tensión que podría durar horas o días, después de haber sufrido una situación agobiante. 

Además, nuestras antiguas expectativas inconscientes, que se encuentran almacenadas en el cerebro emocional, pueden bloquear nuestra creatividad. Los momentos estresantes abren el cerebro a la revisión de esas expectativas; por eso es más fácil experimentar un gran avance en una relación amorosa, un proyecto laboral o una nueva perspectiva vital.

Chequee su nivel de estrés

Otra estrategia para sentirse mejor es controlar el nivel de estrés de su cerebro y asignarle un número. En lugar de preguntar: “¿Cómo me siento?” o “¿Por qué hice eso?”, pregúntese: “¿En qué nivel de estrés estoy?”

Verificar los estados cerebrales tiene beneficios importantes, como ayudarnos a comprendernos mejor y apreciar las características comunes de todas las personas. Todas experimentan los cinco estados cerebrales.

Actualice sus expectativas inconscientes

La tercera técnica para la desintoxicación es actualizar expectativas irracionales que están codificadas en el cerebro a partir de experiencias pasadas. Estas hacen que el cerebro reaccione enérgicamente ante las noticias diarias. 

Estos circuitos emocionales pueden tomar la forma de generalizaciones falsas, mensajes que pudieran haber sido ciertos en un momento, pero el cerebro los tomó como un hecho vital, como “no tengo poder”. La repercusión de ese mensaje contribuye a nuestro estrés.

El poder de la comprensión

La cuarta y técnica final es verificar el estado cerebral de los demás.

Los problemas en las relaciones tienden a ocurrir cuando ambas personas están en un alto nivel de estrés.

El cerebro reptiliano está activo, por lo que no solo las emociones son extremas, sino que el cerebro activa las disfunciones en nuestras relaciones, como la conexión o el distanciamiento de otras personas. Nuestro cerebro pensante permanece desconectado, por lo que analizar la situación se transforma rápidamente en una obsesión o motivo de reflexión. Nuestra tendencia es distanciarnos de los demás y juzgar. 

Cuando el estrés llega a ese nivel, nadie es una “relación esencial”. Si advierte que su pareja está estresada, sea comprensivo y utilice el buen humor (por ejemplo, “Me gustaría que habláramos del tema, pero mi cerebro reptiliano está activo en este momento”) para eliminar el estrés y facilitar un instante de reconexión curativa.