Redacción Gestión

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(Bloomberg).- Cuando el capitán alemán alzó el trofeo de la Copa del Mundo por un histórico cuarto título de campeonato, él y sus compañeros de equipo eran más ricos por US$ 408 mil.

La recompensa de la asociación de fútbol DFB de Alemania por llevar el premio a Berlín es un monto pequeño si se la compara con el estímulo que podría recibir la economía alemana al atraer la victoria a los consumidores a la marca "Made in Germany", dice el instituto de investigación Prognos AG.

"El 'Made in Germany', decididamente, crece en valor con el éxito", declaró en entrevista Christian Boellhoff, director gerente de Prognos en Berlín. "Tiene una influencia fortalecedora en las exportacionesalemanas".

Alemania, la economía más grande de Europa, es el tercer exportador del mundo, detrás de China y los Estados Unidos.

Fuerza de las marcasLas remesas de automóviles , los artículos deportivos de Adidas AG y la tecnología de centrales de Siemens AG impulsaron la venta de bienes y servicios alemanes, de acuerdo con los datos que suministró la Oficina Federal de Estadísticas.

, como patrocinador oficial de Alemania y de Argentina, llegó al duelo con ventaja, al ser "la marca más visible" en la final, dijo su máximo responsable ejecutivo Herbert Hainer.

Las victorias en las Copas del Mundo coincidieron con periodos de prosperidad económica en Alemania en el pasado. La derrota de Hungría en Berna (1954) marcó el comienzo de la recuperación política y económica de posguerra en el país, levantando la moral de una nación derrotada.

La final en la que Alemania alzó la Copa de 1990, en Italia, también frente a Argentina, tuvo lugar ocho meses después de la caída del Muro de Berlín.

EL NÚMEROUS$ 40 millones costó la villa alemana construida en Brasil.