(Bloomberg).- Sam Shank es un experto en viajes gracias a su larga carrera en el rubro. En el 2010, cofundó HotelTonight, una aplicación que permite hacer reservaciones de hotel de último minuto.

Cuando no está en su casa en San Mateo, California, con su esposa y dos hijos menores, así es como saca el mayor provecho de sus travesías:

Tengo el sueño muy liviano y necesito una habitación tranquila y oscura. Una de las cosas que más me fastidian en los viajes es que el sol se filtre por los lados de las cortinas por la mañana, sobre todo cuando estoy tratando de evitar el jet lag.

Es por eso que he incorporado un par de clips a mi maletín para que las cortinas queden bien cerradas y se mantengan así. Hace poco, sin embargo, un amigo me dijo que estaba perdiendo tiempo empacando esas cosas adicionales.

En lugar de eso, me dijo que usara las perchas del armario, las que tienen los broches que sujetan los pantalones. Funcionan tan bien como un clip para papeles, aunque sin duda dan a la cortina un aspecto extraño.

Combatir la deshidratación requiere más agua embotelladaCuando estoy de viaje siempre me deshidrato, pero el agua no es lo mejor para beber porque uno no recibe los electrolitos, el potasio y la sal necesarios. Es por eso que siempre llevo conmigo estas tabletas llamadas Nuun. Convierten el agua en una bebida deportiva, sólo que más saludable porque no tiene mucho azúcar. No ocupan mucho espacio, y se las transporta sin enfrentar problemas de seguridad.

Las virtudes de nunca planear un viaje y qué aplicación es la mejor para mantener la improvisaciónNo pierdo mucho tiempo planificando, programando cenas ni haciendo reservaciones porque no sé qué es lo que voy a tener ganas de hacer. Así soy yo. Como una herramienta al llegar, TripAdvisor tiene excelentes reseñas. Pero todos están escritas por viajeros, por lo que incluso los lugares altamente recomendados son inherentes trampas para turistas.

Para buscar recomendaciones de la población local uso Foursquare. Me fue útil en uno de mis momentos favoritos en Londres hace unos años. Tenía previsto dormir para reponerme del jet lag, pero cuando llegué pensé que aún no estaba cansado, por lo que decidí hacer algo.

Me encontraba en Belgravia y busqué en Foursquare recomendaciones de bares. Elegí uno que estaba ubicado en un pequeño pasaje. Entré y estaban viendo un partido de fútbol entre Inglaterra y Suecia, y en el último segundo Inglaterra se recuperó y ganó. Sentado en un rincón estaba el príncipe Harry. Fue una noche muy loca, divertida, en que hice muchos amigos.

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