Estrategias
Para mantener involucrados a sus empleados, sea curioso y deles retos

Los líderes desempeñan un papel significativo al ayudar a los empleados a entender por qué su labor es importante. Pero no solo se trata de conectar su trabajo con un propósito más grande. Usted también puede hacerlo demostrando curiosidad:

—Explore, haga preguntas y vincule a la gente con sus ideas acerca del futuro.

—Deje claro que hay un gran rango de posibilidades para la manera en que se realiza el trabajo y que quiere que sus empleados prueben cosas nuevas.

—Al mismo tiempo, manténgalos enfocados en cumplir metas y progresar.

—Siga siendo ambicioso ante los fracasos y el éxito, e impulse a su gente para que continuamente logre sus objetivos.

Lo ideal es que sus empleados tengan un sentido de progreso, reinvención y crecimiento, lo cual da como resultado una experiencia laboral más significativa y positiva.

(Adaptado de “How to Make Work More Meaningful for Your Team”, de Lewis Garrad y Tomas Chamorro-Premuzic)

Liderazgo
Procure transmitir calma y seguridad como nuevo o nueva gerente

Cuando trabaja por primera vez como gerente, la gente estará observándolo. Lo que piensa, lo que dice y cómo se presenta pueden tener un impacto directo en sus subordinados. Es importante proyectar calma, seguridad y competencia, aunque se sienta estresado.

Reconozca que un momento fugaz de enojo o impaciencia podría terminar afectando la moral de su equipo. Piense en el tipo de gerente que quiere ser, y recuerde ese ideal en cada interacción. Use su autoconciencia para percibir cuando se está poniendo muy nervioso.

Si mantiene una presencia estable con los pies en la tierra, aumentará las probabilidades de que su equipo se sienta cómodo trayéndole la información importante que necesita, aunque sean malas noticias.

Discusión
Establezca reglas básicas para su siguiente conversación difícil

Las conversaciones difíciles son, en parte, desafiantes porque no sabe si la discusión se saldrá de control. Para asegurarse de que todo salga bien, establezca un código de conducta con su interlocutor previamente. Como medidas mínimas, sugiera no interrumpir, no gritar ni hacer ataques personales.

(Sí, son puntos básicos, pero es útil que todos los recuerden). Después pregunte qué otras reglas son importantes para su colega. Si le preocupa que no siga las reglas, anótelas en una hoja o un pizarrón. Si comienza a alzar la voz, por ejemplo, puede señalarlas amablemente y recordarle:

“Dijimos que no gritaríamos. ¿Puedes bajar la voz?” Tener reglas básicas establecidas puede ayudarlo a mantener la conversación bajo control.