Redacción Gestión

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Héctor Banchero recuerda que hace tres años, en uno de sus viajes a la feria Baselworld, puso la mira en , una de las marcas más innovadoras del momento. Hoy, que la joyería es representante oficial de la marca suiza, el gerente general de Casa Banchero asegura que su portafolio se ha complementado de manera interesante.

Para celebrar la llegada a Lima de los relojes HYT, reconocidos por su forma de funcionar mediante líquidos y mecánica, su cofundador e inventor de la tecnología aplicada aterrizó en el país: Lucien Vouillamoz es ingeniero, pero se considera un inventor patológico.

Los relojes HYT no tienen pilas y modifican la forma en que las personas miden el tiempo. No utilizan las tradicionales tres agujas. Las piezas que comercializan integran líquidos en un reloj mecánico. La lectura de la hora es intuitiva, amigable y también asombrosa. "HYT es una marca no convencional, es una marca para pioneros, para personas que quieren distinguirse. Es muy especial llevar un reloj como estos en la muñeca", asegura Vouillamoz.

Añade que trabajar con líquidos es mil veces más complejo que trabajar solo con mecánica. Esta es una tecnología bastante reciente, que tiene su origen en 2002, pero que se sigue desarrollando. "La idea es que en dos o tres años tengamos la posibilidad de hacer un reloj más pequeño en diámetro y altura", comenta el cofundador de HYT. "Y también tener relojes de mujeres, hacer crecer el mercado y quizás bajar el precio de entrada", agrega. Hoy, una pieza de esta marca suiza varía entre $ 45.000 y $ 300.000.

Héctor Banchero señala que espera vender de dos a tres este año: "Es una propuesta totalmente diferente. Van enfocados a un cliente distinto, más sofisticado".

Recientemente, HYT ha recibido un financiamiento privado de US$ 23 millones para seguir desarrollando su tecnología hidromecánica que, según dicen los especialistas, tiene también una potencial utilización médica. Vouillamoz asegura que lo que los caracteriza es una innovación técnica inédita en el último siglo. Sus piezas han recorrido el planeta y poseen 69 puntos de venta en el mundo, un subsidiario en Singapur y una boutique en Kuala Lumpur. En la región, están en Argentina, Brasil, Venezuela, Guatemala y México.

Con una producción de 300 piezas al año, el cofundador de HYT dice no tenerle miedo a la ola de smartwatches que inundan el mercado internacional. Además, considera que en el Perú hay un mercado para sus exclusivos productos.

"No hay actualmente marcas que nos puedan hacer la competencia", asegura el inventor suizo. Una pieza de HYT es como llevar un Ferrari deportivo en la muñeca.

Por Stefano De Marzo