La Organización Internacional de la Viña y el Vino () es la institución intergubernamental, que define de , para todos los productos derivados de la uva, entre ellos el de Perú y el aguardiente de uva de .

En pocas palabras, la OIV establece los parámetros para indicar a qué bebidas se les puede llamar, bebidas espirituosas y a quienes no.

, presidente de la Academia Peruana del Pisco, explica que una de las características para denominarse bebida espirituosa, según la OIV, es que el contenido de alcohol sea mayor a 37.5% en el volumen.

Este requerimiento se cumple en el caso del , mientras que el aguardiente de uva que elabora no se ajusta a dichas características, al menos no en tres de sus nueve categorías.

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Se debe tener en cuenta que tanto Perú y Chile, como otros 43 países, han suscrito acuerdos a nivel de gobierno con la OIV, adhiriéndose a los requisitos establecidos por dicha organización.

Fuera del ámbito de la OIVEsta semana se realizan dos competencias de bebidas, casi en paralelo, en Chile, el , que se trata de un evento itinerante, que se realiza por varios países; mientras que, en el Perú, tenemos el .

En ambos eventos se tiene a las bebidas derivadas de la uva, pero en el caso del , este tiene reconocimiento de la OIV, mientras que el no tiene escenario.

"Solo viendo la web de la OIV se puede ver que se promueve el Concurso Nacional de Pisco, así ocurre con otros eventos internacionales, pero para nada ocurre con el Concurso Mundial de Bruselas, que se realiza en Chile", detalla Martín Santa María.

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Martín Santa María agrega que en lo único que se hace referencia a la OIV en el Concurso Mundial de Bruselas, es en el reglamento de bebidas espirituosas, sin embargo, el representante de la Academia Peruana del Pisco precisa que este no cumple con los requisitos en todas las categorías de aguardiente de uva.

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