(Foto: Bloomberg)
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Las compañías de cable adoptan una nueva estrategia para combatir a servicios de streaming como Netflix y Hulu: si no los puedes vencer, únete a ellos.

Comcast y Charter Communications, las dos mayores operadoras de cable de Estados Unidos, mantienen conversaciones para ofrecer el servicio a pedido de Hulu a través de sus decodificadores, según personas con conocimiento del tema.

Comcast, la mayor operadora de cable, ya ofrece Netflix, YouTube y Sling TV, de Dish Network, por medio de su servicio X1, que ayuda a los abonados a encontrar programas y películas con una búsqueda activada por voz con sus controles remotos. Brindar a los clientes un acceso fluido al catálogo de Hulu lleva a Comcast, que tiene sede en Filadelfia, un paso más cerca de su objetivo de convertirse en centro de una variedad de servicios de video digitales.

“Cómo podemos ofrecer todas esas opciones en una sola plataforma es el principal papel de un distribuidor”, dijo Matt Strauss, un vicepresidente ejecutivo de Comcast, en un cónclave del sector en septiembre. “Para un cliente son sólo opciones, y nadie quiere tener que ponerse a averiguar cómo acceder a esa opción.

Charter también planea incorporar Netflix en una nueva interfaz de usuarios que integra video online y también podría agregar otros, dijo una persona familiarizada con el tema. Altice USA, la cuarta mayor proveedora de cable de EE.UU., también mantiene conversaciones con Netflix, según otra persona, que pidió conservar el anonimato porque las deliberaciones son privadas. Altice ya ofrece videos de YouTube y Pandora, el servicio de streaming de música, en su nuevo sistema de cable Altice One.

Las compañías de televisión paga consideraban antes que los servicios de streaming eran amenazas para su negocio dado que permitían a los usuarios ver populares programas televisivos a pedido sin tener que pagar cable ni un paquete satelital. Comcast ha probado un sistema de cobro por uso, por el cual se cobra a los clientes online un adicional si superan determinada cantidad de streaming.

Esos primeros recelos han desaparecido ante la necesidad de las compañías de cable de mantener su participación. Los consumidores ven vídeos todo el día sin dar importancia a si se originan en internet o en televisión.

La pantalla que los abonados al cable ven evoluciona de una enumeración de centenares de canales a una elegante interfaz que recuerda la pantalla de una tablet o un iPhone, con recuadros que representan diversas aplicaciones. Agregar una aplicación de Sling TV a esa página puede proporcionar a los clientes canales extranjeros que de lo contrario podrían no tener.

Al ayudar a los clientes a evitar el engorro de hacer malabarismos con controles remotos o de saltar de una aplicación a otra, las compañías de cable esperan atraer a un público que maneja la web e incorporar nuevos clientes.

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