Philippe Bigourd, dueño de una interesante propuesta de comida tradicional francesa e italiana con ingredientes peruanos, planea abrir un segundo local en Lima con esta misma oferta y considera que el 'boca a boca', si bien no hace crecer un negocio a una velocidad industrial, sí le garantiza la clientela más duradera.
"Nos tomó un año y cinco meses para poder 'despegar' y hacernos conocidos en Lima. Nunca hemos hecho propaganda, el 'boca a boca' nos ayudó a avanzar. La idea es que la clientela venga porque quiere y no por un efecto de moda o marketing", apuntó.
Bigourd no es chef ni tampoco había hecho nada relacionado a la gastronomía cuando vivía en Francia, pero se había dedicado a la administración. Llegó al Perú en 1998 y en el 2000 abrió "Pizza BB", nada menos que en Huaraz. Fue el lugar que más le gustó luego de varios viajes en América Latina, comentó.
¿Es difícil para un extranjero hacer negocios en el Perú? Para Bigourd, la ventaja de hacer montar una empresa en provincias es considerable a diferencia de Lima. "Los trámites son más largos. Me demoré como seis meses para abrir el local", detalló.
Cervezas al gustoChez Philippe, según Bigourd, se hizo conocido también por su oferta de cervezas europeas. En Lima, asegura, no había una variedad de cervezas aparte de las nacionales, que tampoco incluyen a las cervezas de provincias.
Pero hay otro aspecto que hecho de su oferta un valor agregado a los platos que sirve. "La clientela que tenemos en Lima, muchos de ellos han ido a países europeos o a Estados Unidos. Han conocido otras cervezas y justamente están felices de encontrar esos productos acá", indicó.
Bigourd es un catador de esta bebida. Por ello, dijo que recomiendan a los comensales qué tipo de cerveza puede acompañar su comida. "También depende del gusto de cada persona, pero sí tratamos de que vaya acorde a lo que consumen".
Pero el francés no se ha quedado solo en la oferta europea. "Este año estamos incluyendo dos cervezas artesanales muy buenas. Han mejorado muchísimo su calidad", finalizó.