André Agurto
Carolina López-Torres, directora de la farmacéutica Organon Perú, se considera una persona arriesgada. Cuenta que empezó a trabajar a los 17 años en una cadena de fast food y que un día preguntaron quién podía animar las fiestas infantiles. Nadie quería, les daba vergüenza. “Siempre he dicho: ‘Yo puedo hacerlo’”. Desde ese día le dieron mayores responsabilidades y comenzó a ascender posiciones. Eso, a su vez, le hizo descubrir su vocación profesional.
¿Qué quería estudiar a esa edad?
Estaba entre administración hotelera y economía. Pero con ese trabajo empecé a orientarme hacia la parte de administración y marketing. Llegué a asistente administrativa y luego tuve la oportunidad de trabajar en marketing estratégico de la marca.
¿Cómo llega a la industria farmacéutica?
Después de haber estado en otras compañías en posiciones de liderazgo. Organon es una compañía global enfocada en la salud femenina. Ser mujer, liderar una compañía para mujeres y poder ayudar al resto de ellas me apasiona.
¿Cómo va el tema de inclusión en esta industria?
La industria farmacéutica es un ejemplo de un buen balance, pero igual hay mucho por hacer. En general, hay más mujeres en el equipo de ventas. El reto es que esa parte llegue a niveles de dirección. En nuestra compañía el 50% de las líderes son mujeres y en los países de la región estamos en una proporción de 60-40.
¿Usted cree que hemos avanzado en el tema de género?
Sí. Si retrocedemos como 20 años, no era común tener mujeres en la gerencia general. Hoy ha cambiado y soy un ejemplo de lo que se ha logrado. Vivimos afortunadamente en un ambiente donde se prioriza el resultado o capacidad profesional, más allá de si es hombre o mujer. Pero sí ha habido barreras, no lo puedo negar.
¿Alguna mala experiencia?
No tanto como mujer, pero sí como joven. Debido a que empecé a trabajar temprano, empecé a adquirir más experiencia que mis contemporáneos. Por eso, en mis inicios, si competía con un hombre mayor, solían pensar que él sí podía y yo no tanto. Entonces me llamaban más para posiciones asistenciales. Pero eso es parte de lo que ayudó a mi desarrollo profesional.
¿Se considera feminista?
En temas profesionales no me considero feminista. A las personas se les debe contratar por su experiencia o capacidad, no importa si es hombre o mujer. A la hora de seleccionar, me interesa que esa persona sea exitosa porque eso me beneficiará a mí y a la compañía. Sin embargo, sí considero que hay situaciones en las que puedo aportar a las mujeres.
¿Cómo cuáles?
Hay algunas situaciones donde el hombre se lanza más. Si se abre una posición, el hombre se lanza. Pero la mujer la piensa. Tiene más barreras a la hora de tomar una decisión como esa. Entonces, creo que nosotras podemos ayudar a otras mujeres y quitar esas barreras mentales y animarlas a que se atrevan.
¿Cree en las cuotas de género?
No creo que deba imponerse una cuota de género. Se va a ir dando naturalmente y según como ayudes al resto. Y se está dando. Contratar al 80% de mujeres no funciona siempre.
Fuera del trabajo, ¿qué disfruta hacer?
El tiempo en familia es mi pasatiempo favorito. Buscar qué hacer el fin de semana y que nos una como familia. Tal vez un viaje. Y si no se puede viajar, salir a comer rico.
¿A qué tipo de restaurantes les gusta ir?
Me gusta ir a restaurantes nuevos, lo que está de moda. De hecho, en esta casa lo que más nos atrae son los pescados y comida japonesa.
¿Practica algún deporte?
Lo que hago es caminar, no me gusta correr. Puedo tomar llamadas del trabajo mientras voy caminando por la calle y conversar con el equipo.
EL DATO
Perfil. Organon es una farmacéutica global que nace de otro laboratorio, MSD. Su principal foco es atender las necesidades de salud femenina. Ha comenzado sus operaciones en junio de forma simultánea en más de 140 mercados.