André Agurto
Se puede afirmar que Bernd Grahammer es un directivo con amplia experiencia en el sector automotor. Su camino empezó hace más de 30 años como trainee en Múnich, Alemania, en una fábrica de la BMW, y actualmente es gerente general de Mitsui Automotriz en el Perú.
“He trabajado también en consumo masivo, material de construcción, pero al final regresé a lo automotriz y ahora tengo un par de décadas de forma constante aquí”, apunta.
¿Por qué? ¿Siempre le atrajeron más los autos?
Me gustan los vehículos pero no diría que soy un experto en la parte mecánica. A mí lo que me gusta es la parte de la empresa. Mi orientación va hacia allí.
¿Cómo llega a Mitsui?
En Mitsui tengo nueve años. Ingresé como gerente general pero de una de las divisiones. Toman contacto conmigo para el lanzamiento de la marca Lexus. Estuve en ese puesto dos años, pero posteriormente se fueron incrementando las funciones, tanto así que el año pasado ascendí a gerente general.
Una buena noticia para usted...
Sí, lo tomé con un gran gusto porque en los 26 años que tiene Mitsui es la primera vez que tiene un gerente general peruano. Usualmente eran expatriados.
¿Es una ventaja ser peruano en este puesto?
Creo que en épocas como las que atravesamos puede ser una buena oportunidad. Los peruanos hemos sufrido crisis anteriores, esta no es la primera. Me ha tocado estando en esta industria una crisis previa y de alguna manera se tienen algunos antecedentes al respecto.
¿Qué lecciones le ha dejado la crisis por la pandemia?
La cuarentena puso un alto a la gestión del día a día, pero también permitió que como compañía hiciéramos un trabajo introspectivo. Incluso en nuestro caso hemos cambiado la misión y visión de la empresa. Esta crisis generó una oportunidad para hacer una introspección a nivel empresarial.
En la industria automotriz, ¿qué tan complejo es hacer teletrabajo?
Somos 480 miembros de la familia Mitsui, de los cuales un 25% hace teletrabajo. Recordemos que gran parte de nuestra labor tiene que realizarse presencialmente. Por ejemplo, la parte posventa, la parte de talleres, de servicios para montacarga y tractores.
Fuera del trabajo, ¿qué disfruta hacer?
En los ratos libres me encanta ir a la playa. Lamentablemente ahora no se puede. Me gusta meterme al mar, solía correr olas y nadar. De joven solía practicar de manera intensa ese deporte, pero se mantiene como filosofía de vida.
¿Lo practicó de forma competitiva?
Sí, he estado cinco veces en la selección nacional. Lo mejor que obtuve fue un tercer puesto a nivel sudamericano y un segundo puesto a nivel bolivariano. Incluso llegué a participar en un mundial de natación en Guayaquil.
¿Mantiene la técnica?
Sí, la natación es un deporte que, si uno no lo practica, puede ser muy ingrato.
¿Se relacionan la natación y la gestión empresarial?
Hay varios aspectos. En el trabajo hablamos de la filosofía kaizen, del mejoramiento continuo, que es válido también en el tema del deporte. Uno no solamente tiene que esforzarse para mejorar en relación a la competencia, sino a uno mismo, siempre tiene que ir evolucionando.
Por último, ¿cómo ve el panorama para este año?
En líneas generales, con un cauto optimismo. Creemos que va a ser mejor que el año anterior, no porque vamos a superar todo, sino porque ya habremos aprendido a desenvolvernos en un entorno que va a seguir siendo complicado, pero un poco menos.
Divisiones. Grahammer sostiene que a diferencia de la parte automotriz, las divisiones de camiones, montacargas y tractores agrícolas de Mitsui han superado los objetivos anuales. “Contar con esta diversificación ha sido una de las grandes ventajas al enfrentar este contexto de pandemia”, señala.