AFP.- El primer atún rojo de la temporada 2017, de 212 kilos, se subastó este jueves en el famoso mercado de pescado de Tsukiji de Tokio por 74.2 millones de yenes (US$ 636,000), el segundo precio más alto de su historia desde el récord de 2013.

Por sexto año consecutivo se lo llevó Kiyoshi Kimura, propietario de la cadena de restaurantes Sushizanmai. "Es caro" dijo ante las cámaras de televisión, y cuando le recordaron que el año pasado dijo que sería su última compra respondió, "bueno, no lo volveré a decir".

Para el restaurante se trata de una gran operación publicitaria en la tradicional primera subasta del año, muy seguida por el público y la prensa.

A ese precio, un sushi de vientre de atún, el llamado "otoro", debería costar unos 10.000 yenes (85 dólares), pero los 51 restaurantes de Sushizanmai lo mantendrán al mismo precio de siempre, unos US$ 3.4.

La subasta de este jueves podría ser la última en las instalaciones en Tsukiji, en el centro de Tokio, que después de 80 años de existencia debe cambiar de lugar y trasladarse a la bahía de la capital japonesa.

En noviembre de 2016 el traslado tuvo que ser aplazado por problemas de contaminación en las nuevas instalaciones.

Cerca de 40,000 personas acuden cada día a presenciar las subastas de mercado de Tsukiji, donde se abastecen los mejores cocineros de Tokio.

El precio de 74.2 millones de yenes del atún vendido este jueves es cinco veces superior al del año pasado, que a su vez había triplicado el precio de 2015 en la tradicional primera subasta del año.

Sin embargo es un monto muy inferior al récord de 2013, cuando un atún alcanzó 155.4 millones de yenes (cerca de US$ 1.3 millones). También entonces lo compró Kiyoshi Kimura.

Como cada año, el atún vendido el jueves fue pescado en las costas de la ciudad de Oma, en la prefectura de Aomori (norte).

Los japoneses son grandes consumidores de atún rojo, una especie en peligro, que se come principalmente crudo en forma de sushi (finas lonchas montadas sobre un poco de arroz con vinagre) o de sashimi (atún solo).

La portavoz de Greenpeace en Japón, Kazue Komatsubara, no quiso comentar la subasta pero dijo a la AFP que "presentar a los clientes grandes cantidades de atún hace olvidar que en realidad se trata de una especie en peligro".

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