Amazonía peruana (Foto: Pixabay)
Amazonía peruana (Foto: Pixabay)

(EFE).- La Amazonía peruana perdió más de 143,000 hectáreas de bosques por la deforestación durante el 2017, 13% menos que el año pasado y la menor área de los últimos cinco años, según las estimaciones del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por su sigla en inglés).

La superficie deforestada, equivalente a 200,000 campos de fútbol, es menor al promedio de los últimos años, fijado en 159,688 hectáreas por año desde el 2012, de acuerdo con los datos del Programa Nacional de Conservación de Bosques (PNCB) del

Los principales agentes de la deforestación la peruana durante el pasado año fueron la minería aurífera ilegal, actividad que además contamina los ríos, la ganadería y la agricultura, especialmente los cultivos masivos de palma aceitera.

La pérdida de selva se concentra en las céntricas regiones de Huánuco y Pasco, en la sureña Madre de Dios, fronteriza con Bolivia y Brasil; la norteña región de San Martín y el municipio de Nieva, en el también norteño departamento de Amazonas.

En Huánuco y Pasco, la deforestación eliminó más de 23,000 hectáreas de bosques para ser sustituidos por pastos para el ganado y por cultivos de palma aceitera.

En Madre de Dios se deforestaron cercan de 15,000 hectáreas de selva por la minería ilegal, principalmente en zonas cercanas a la carretera interoceánica del sur, que atraviesa el territorio peruano desde el océano Pacífico hasta su frontera con Brasil, y por también por cultivos de maíz, papaya, y cacao.

La deforestación en San Martín está causada mayormente por una polémica plantación a gran escala de palma aceitera a cargo de la empresa Palmas del Huallaga, que presuntamente deforesta sin permisos miles de hectáreas de bosques, según denuncia la Asociación Paz y Esperanza.

En el caso de Nieva, durante el año pasado desaparecieron más de 1,100 hectáreas de selva para, a cambio, utilizar ese espacio para la ganadería y la agricultura.

La abarca una superficie de cerca de 129 millones de hectáreas, de las que casi dos millones se han perdido por causa de la deforestación desde el 2001, según las cifras del Programa Nacional de Conservación de Bosques.