André Agurto
Alberto Ísola ha vuelto al teatro, pero esta vez de modo virtual. El actor interpreta a un bibliotecario que ofrece una conferencia sobre la relación que existe entre la lluvia y la poesía. Pero a medio camino, su discurso se convierte en una confesión personal y amorosa. “Conferencia sobre la lluvia”, basada en un texto del escritor Juan Villoro, marca el debut de Ísola en un monólogo y en este nuevo formato.
Después de varios meses sin actuar, ¿hubo nervios al volver?
Por supuesto. Si no hay nervios es porque algo no funciona. Al principio, fue duro porque era una sala vacía donde he trabajado muchas veces. Volver fue conmovedor. Además, volver a actuar no fue fácil y menos delante de una cámara.
¿Qué tan cómodo se siente?
He tenido que recuperar el lenguaje de la cámara porque esto es como hacer teatro y televisión a la vez. Fue difícil, pero luego la cosa fluyó. Este teatro es un nuevo lenguaje, con cosas de la televisión más que del cine.
¿Es un formato que busca atraer nuevos públicos?
Hay gente que no puede ir al teatro y esta es una oportunidad para que se acerquen. No creo que esto vaya a suplantarlo, pero creo que puede ser una opción interesante. No lo tomemos como algo momentáneo ni como un reemplazo, sino como un nuevo lenguaje con el que tenemos que experimentar.
En todo caso, puede convivir con el presencial…
Completamente. Además, obras como esta, que requieren pocos elementos de montaje, serán el tipo de teatro que vamos a tener hasta que llegue la vacuna.
¿Por el tema de rentabilidad?
Se está pensando en montajes de máximo cuatro actores por la distancia social y la cantidad de aforo también. Si el teatro se va a abrir para 50 personas, no conviene hacer un espectáculo con 20 actores. Creo que vamos a regresar a un teatro mucho más esencial y más imaginativo.
Una de las grandes cosas del teatro es el riesgo. Es como cruzar un cable de acero en equilibrio”.
¿A usted qué le parece?
Tener un teatro más creativo que espectacular a nivel de medios no es malo. Vamos a revalorizar el trabajo de los actores, los textos que se van a escribir van a incidir en las relaciones humanas. Este puede ser un buen momento para reflexionar sobre el teatro.
En ese sentido, ¿aparte de este ya trabaja en otros proyectos?
Los proyectos en los que estoy involucrado para el próximo año son todos de poca gente y centrados en textos que puedan ser llevados a cualquier sitio. Esta obra, por ejemplo, se puede hacer no necesariamente en un teatro, sino en un auditorio, y solo requiere una mesa, una silla y un vaso con agua.
¿En cuánto han caído los ingresos de la gente involucrada en el teatro?
Te diría que casi un 80%. Teatro presencial no se hace y hay shows que no se pueden sostener por mucho tiempo. Cuando regresemos, va a tener que haber un cambio en el precio de las entradas, porque evidentemente la situación económica no será la misma.
¿En cuánto han bajado las entradas por ser virtuales?
Es un equivalente a una entrada de estudiante. En cada show virtual hay entre 200 y 300 personas, siendo optimistas.
¿Cuál es el alcance de obras en formato virtual como esta? ¿Se tiene información más detallada del público o desde dónde se conectan?
No tengo conocimiento, pero supongo que sí hay o debe haber un estudio previo o encuestas durante la temporada. He oído, por otro lado, que es muy irregular, como todo. Y como no creo que hagamos teatro hasta la segunda mitad del otro año, hay que pensar en estas alternativas.
EN CORTO
Sobre el autor. Sobre el texto de Juan Villoro, Alberto Ísola sostiene que es divertido y bien escrito. “Van a encontrar muchas vivencias, muchas imágenes y, sobre todo, un acto de fe en la creación, en la lectura. Soy un lector apasionado desde niño y siempre consideré a la lectura como una forma de crecer”, detalla.