Siempre estamos persiguiendo algo, ya sea un ascenso, un auto nuevo un departamento u otro significativo. Muchas personas consideran que cuando por fin logren tener lo que sueñan, serán realmente felices.
Si bien estos eventos importantes nos hacen felices al principio, las investigaciones demuestran que esta felicidad no dura. Un estudio de la Northwestern University, publicado por la revista Forbes, midió los niveles de felicidad de las personas normales frente a las que habían ganado grandes premios de lotería el año anterior. Grande fue la sorpresa de los investigadores cuando descubrieron que las calificaciones de felicidad de ambos grupos eran prácticamente idénticas.
La noción errónea de que los eventos importantes de la vida dictan tu felicidad y tu tristeza es tan frecuente que los psicólogos tienen un nombre: sesgo de impacto. La realidad es que la felicidad basada en eventos es fugaz.
La felicidad que perdura la gana a través de sus hábitos. Las personas sumamente felices han perfeccionado los hábitos que mantienen su felicidad día tras día. ¿Cuáles son sus hábitos? ¿Lo están haciendo realmente feliz? A continuación le nombraremos los hábitos que las personas felices siguen.
- Se ralentizan para apreciar los pequeños placeres de la vida
Por naturaleza, caemos siempre en la rutina. En cierto modo, esto es algo bueno. Se ahorra valiosa capacidad mental y crea confort. Sin embargo, a veces se encuentra tan atrapado en su rutina que no logra apreciar las pequeñas cosas de la vida. Las personas felices saben lo importante que es saborear el sabor de su comida o deleitarse con la maravillosa conversación que acaban de tener.
- Se ejercitan
Hacer que su cuerpo se mueva por tan solo 10 minutos libera GABA, un neurotransmisor que hace que su cerebro se sienta relajado y lo mantiene en control de sus impulsos. Las personas felices programan el ejercicio regular y lo siguen porque saben que es la clave para mantener su buen estado de ánimo.
- Gastan dinero en otras personas
Las investigaciones demuestran que gastar dinero en otras personas hace mucho más feliz que gastarlo en uno mismo. Esto es especialmente cierto en el caso de pequeñas cosas que demuestran esfuerzo, como parar en algún lugar que no tenía pensado para comprar un regalo a su amigo o pareja.
- Se rodean de las personas adecuadas
La felicidad se propaga a través de las personas. Rodearse de gente feliz crea confianza, estimula la creatividad y es divertido. Quedarse con personas negativas tiene el efecto contrario.
- Se mantienen positivos
Las cosas malas les pasan a todos, incluso a las personas felices. En lugar de quejarse de cómo podrían haber sido o debieron ser las cosas, las personas felices reflexionan sobre todo por lo que están agradecidos. Luego encuentran la mejor solución disponible para el problema, la abordan y siguen adelante. Nada alimenta la infelicidad como el pesimismo.
- Duermen lo suficiente
Cuando duerme, su cerebro se recarga literalmente, eliminando las proteínas tóxicas que se acumulan durante el día como subproductos de la actividad neuronal normal. Esto asegura que se despierte alerta y despreocupado. Su energía, atención y memoria se reducen cuando no duerme lo suficiente. La privación del sueño también eleva los niveles de la hormona del estrés por sí solo, incluso sin un estresante presente. Las personas felices hacen del sueño una prioridad, porque los hace sentir muy bien y saben lo mal que se sienten cuando están privados de sueño.
- Tienen conversaciones profundas
Las personas felices saben que la felicidad y la sustancia van de la mano. Evitan los chismes, las charlas y juzgar a los demás. En su lugar, se centran en las interacciones significativas. Se relacionan con otras personas en un nivel más profundo, porque saben que hacerlo se siente bien, crea una conexión emocional y es una forma interesante de aprender.
- Ayudan a los demás
Tomarse el tiempo para ayudar a la gente no solo hace que estas sean felices, sino que también usted lo será. Ayudar a otras personas le da una oleada de oxitocina, serotonina y dopamina, lo que crea buenos sentimientos. En un estudio de Harvard, los empleados que ayudaron a otros tenían 10 veces más probabilidades de concentrarse en el trabajo y un 40% más de probabilidades de obtener un ascenso. El mismo estudio mostró que las personas que brindaban apoyo social de manera consistente eran las más propensas a sentirse felices en momentos de alto estrés.
- Hacen un esfuerzo por ser felices
Nadie se despierta sintiéndose feliz todos los días y las personas sumamente felices no son una excepción. Simplemente trabajan más duro que los demás. Saben lo fácil que es dejarse atrapar por una rutina en la que no controla sus emociones ni trata activamente de ser feliz y positivo. Las personas felices evalúan constantemente sus estados de ánimo y toman decisiones teniendo en cuenta su felicidad.
- Tienen una mentalidad de crecimiento
Las actitudes centrales de las personas se dividen en una de dos categorías: una mentalidad fija o una mentalidad de crecimiento. Con la primera cree que es quien es y que no puede cambiar. Esto crea problemas cuando te desafían, porque cualquier cosa que parezca ser más de lo que puede manejar está destinada a hacerle sentir desesperanzado y abrumado. En cambio, en la segunda, creen que pueden mejorar con esfuerzo. Esto los hace más felices porque son mejores para manejar las dificultades. También aceptan los desafíos y los tratan como oportunidades para aprender algo nuevo.