El presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, se fijó como uno de sus objetivos para 2018 la protección de los usuarios de su red social de los abusos y el odio, así como defenderla de la interferencia de los países.

Desde que puso en marcha estos retos personales en 2009, Zuckerberg ha visitado todos los estados de Estados Unidos, corrió casi 600 kilómetros y aprendió chino.

Redes sociales como Twitter están recibiendo presión por parte de los reguladores y de la Unión Europea para tomar más medidas para acabar con los discursos de odio en sus plataformas.

"No evitaremos todos los errores o abusos, pero actualmente cometemos demasiados errores en la implementación de nuestras políticas y a la hora de impedir el mal uso de nuestras herramientas", aseguró.

Facebook se ha enfrentado a duras críticas por no ser capaz de evitar que agentes rusos usaran su plataforma para interferir en la elección presidencial de Estados Unidos en 2016.

Zuckerberg ha condenado en repetidas ocasiones los intentos rusos para influir en las elecciones a través de publicaciones en Facebook y anuncios, y se comprometió el año pasado a aumentar el gasto para solucionar el problema.

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