La paulatina robotización de los sistemas de producción es solo el principio de un cambio en la manera de trabajar: algo que transformará las relaciones entre trabajador y empresa sobre la base de cualificación y la flexibilidad laboral.

De acuerdo a un reciente estudio de la firma de consultoría PwC, los empleos relacionados a transporte y logística serán los más afectados por este fenómeno, que podría eliminar entre 52% y 45% de los puestos de trabajo, revela el diario Expansión.

Mundos separados
Por otro lado, la investigación plantea cuatro mundos posibles de trabajo para el 2030, que fueron divididos en colores: rojo, azul, verde y amarillo.

La primera es una de los centros perfectos para la innovación y la creación de pequeñas compañías, en su mayoría plataformas digitales que construyen un puente entre el trabajador y el empleador, las habilidades con la demanda o el capital con el innovador. Los emprendedores mandan en este mundo, y es un buen entorno para las startups.

En cuanto al segundo escenario, el tamaño de las empresas y su poder de influencia las hace más fuerte frente a sus competidores. Las capacidades y las habilidades profesionales marcarán su supervivencia. Además, las firmas son conscientes de que dependen de las personas y sus conocimientos para ser más fuertes.

En las empresas del mundo verde, la responsabilidad social será un imperante. Asimismo, esperan que sus colaboradores se comporten conforme a unos altos estándares. A cambio, los profesionales demandan que los reclutadores les traten de forma equitativa.

Y, finalmente, en el universo amarillo los trabajadores independientes mandan. En este entorno, profesionales y empresas buscan un mayor significado a lo que hacen.

Los knowmads –nómadas del conocimiento– son los reyes porque son capaces de moverse en un entorno VUCA, acrónimo de las palabras inglesas volatility, uncertainty, complexity y ambiguity (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad).