(Bloomberg).- En una pista secreta de pruebas fuera de Bangalore, una división del conglomerado Tata está recreando el caos de las carreteras indias para desarrollar un .

Eso significa tener en cuenta a peatones que cruzan las calles a su antojo, lanzándose súbitamente en medio del tráfico, múltiples carriles que convergen sin previo aviso, mala señalización y ganado que deambula a los costados de la carretera.

El ingreso de India en la carrera de la conducción autónoma está siendo impulsado por conglomerados como y junto con una serie de startups y escuelas de ingeniería, que compiten con gigantes mundiales en una industria que Intel prevé que atizará gastos por US$ 7 billones para el 2050.

El país, que según pronósticos pronto se convertirá en el tercer mercado automovilístico más grande, se rehúsa a quedarse atrás, aun cuando sus caóticas carreteras y normas crean obstáculos singulares.

"Las carreteras indias representan un auténtico desafío de aprendizaje profundo", dijo Roshy John, veterano de 17 años en el campo de la robótica, quien dirige ese negocio en Tata Consultancy Services Ltd., el mayor proveedor de servicios de tecnología de la información de Asia.

Las innovaciones de John están basadas en el Nano de US$ 3,500, de la compañía hermana Tata Motors, uno de los autos más baratos del mundo, mientras que otra división del grupo, Tata Elxsi, está desarrollando la plataforma sin conductor.

Desde el 2013, la obsesión de John, domiciliado en Cochín, ha sido probar en carretera el Nano, modificado con tecnologías autónomas, incluyendo sensores, actuadores y cámaras, así como un sistema robótico para encargarse de la dirección, el acelerador y los frenos.

Pero como las normas de tráfico prohíben los coches autónomos en las calles del país, el vehículo todavía tiene todos los sistemas originales en pie, para que un conductor alerta pueda tomar los controles. Sin los sistemas duales, incluso un video de YouTube de una unidad de prueba sería suficiente para causar problemas legales a John.

Aparte de la anarquía de sus calles, los desarrolladores en India también se han rezagado de gigantes globales que están vertiendo miles de millones en plataformas de desarrollo. Si bien Alphabet Inc., Uber Technologies Inc., Ford Motor Co., Baidu Inc. y Tesla Inc. han invertido mucho, nadie ha desarrollado todavía una solución autónoma en condiciones de circular en el tráfico.

"Estamos un par de años detrás de Occidente en tecnología autónoma y tanto las empresas emergentes como las grandes empresas están apresurándose para ponerse al día", dijo Sanjeev Malhotra, jefe de Internet of Things Centre of Excellence, el centro de excelencia de internet de las cosas dirigido por Nasscom, organismo del sector del software. "Pero la adopción es otra cosa, ahí estamos muy atrás".

Incluso si las reglas se cambian para permitir los vehículos sin conductor, integrarlos al tráfico urbano seguirá siendo especialmente complicado en India. Las vías de circulación pueden variar entre carreteras modernas y caminos de tierra, con señalización errática de calles, una gran variedad de vehículos y, ocasionalmente, un elefante o camello.

"Todavía faltan 10 años para que los automóviles sin conductor sean de uso público", dijo John, quien dijo que los desafíos del país podrían convertirlo en el terreno de prueba por excelencia. "Si puede funcionar en India, puede funcionar en cualquier parte del mundo".