(Bloomberg).- Toyota Motor Co. apuesta a que la clave para fabricar autos eléctricos que puedan recorrer distancias más largas y células de combustible más baratas quizás esté en las máquinas que actúan como humanos.

El Instituto de Investigación Toyota del fabricante japonés se comprometió a gastar US$ 35 millones durante los próximos cuatro años para emplear la inteligencia artificial en la identificación de nuevos materiales que puedan usarse en baterías o los catalizadores que impulsan los vehículos a hidrógeno. El uso de IA y aprendizaje de máquinas acelerará el desarrollo en muchos años, según la empresa.

"Queremos acelerar el ritmo al cual podemos diseñar o descubrir materiales nuevos para células de combustible y baterías", dijo en entrevista telefónica Eric Krotkov, director de operaciones de TRI.

Descubrir materiales avanzados más rápido contribuirá a la meta más amplia de Toyota, que es eliminar 90% las emisiones de carbono de sus vehículos para el 2050. La automotriz hizo una gran apuesta: que los vehículos a hidrógeno serán el futuro del transporte limpio, aunque a fines del año pasado el presidente Akio Toyoda también asumió un papel activo en la planificación de vehículos eléctricos.

Toyota dijo que colaborará en la investigación sobre materiales con instituciones como la Universidad de Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, así como Ilika Plc, una empresa de ciencia de materiales con sede en el Reino Unido. Toyota está discutiendo con varios socios de investigación adicionales, según un comunicado publicado este jueves.

Además de la investigación sobre materiales, el TRI también está trabajando en el desarrollo de autos sin conductor para ayudar a los ancianos a "envejecer en su lugar" en vez de tener que mudarse a hogares o instituciones médicas. En el 2015, la automotriz japonesa contrató a Gill Pratt, ex jefe de ingeniería robótica del ejército estadounidense, para dirigir el instituto.