Desde que Donald Trump asumió como presidente de Estados Unidos hace poco menos de una semana, el foco está en cada aspecto que lo rodea. Por ejemplo, quienes están vinculados con la seguridad informática no pudieron evitar notar que el flamante mandatario todavía utiliza un viejo celular Android como dispositivo para comunicarse, según informó el periódico estadounidense The New York Times.

A primera vista, esto no parece resultar en grandes preocupaciones. Sin embargo, teniendo en cuenta que se trata del teléfono de uno de los hombres más poderosos del mundo y de la vulnerabilidad de Android a ser atacado por ciberdelincuentes, los expertos consideran que Trump debería optar por el celular modificado que le fue brindado en su asunción por sus oficiales de seguridad.

Tweets recientes enviados desde su cuenta (@realDonaldTrump) delatan que estos fueron enviados desde un dispositivo con Android. El expresidente Barack Obama, durante su mandato, optó por la seguridad, al utilizar un viejo celular BlackBerry modificado y encriptado para evitar filtraciones innecesarias.

Existen dudas acerca de si el dispositivo personal de Trump está protegido. De no estarlo, solo haría falta que Trump accediera, sin quererlo, a un archivo adjunto o un link malicioso, aunque fuera enviado desde una fuente confiable, y los ciberdelincuentes tendrán acceso al micrófono del teléfono, la cámara, a la red a la cual está conectado y a cualquier otro componente que facilite las comunicaciones.

A veces un ataque no tiene por que estar dirigido. ¿Cuántas veces descargamos aplicaciones y les concedemos permisos sin mirar? ¿Por qué una aplicación de linterna precisaría acceder a nuestra localización y nuestros contactos?

Según varios reportes, el dispositivo que Trump utiliza es un Samsung S3 (lanzado en el 2012) o S4 (lanzado en el 2013). Aquí está el problema. Cuando Google libera actualizaciones para su sistema operativo, algunas de las cuales arreglan brechas de seguridad, muchas veces lo hace solamente para los dispositivos más nuevos, o incluso para los que todavía no han salido, dejando desprotegidos a los dispositivos que existen hace más tiempo. Solamente un 1% de los dispositivos con Android funcionan con Android 7.0, la última actualización.

Además, Android es un sistema operativo abierto, lo cual quiere decir que los fabricantes o desarrolladores a poner una versión modificada del sistema operativo antes de venderlos, lo cual hace que sea más difícil obtener las actualizaciones.

Existen chances de que el equipo de seguridad se haya hecho cargo del celular y lo haya protegido debidamente. Por otro lado, Trump es conocido por no usar ningún servicio de email, por lo cual la brecha de seguridad se reduce.

Diario El Observador de UruguayRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)