¡Tenemos un retraso de seis años!
¡Tenemos un retraso de seis años!

Perú cada vez está más conectado, se oyen eslóganes y publicidad a diario. Curiosamente, puede que la  que gozamos no sea la adecuada.

"Estamos utilizando tecnología de los años 80 y vendiendo teléfonos de esa década", reveló a Gestion.pe el presidente para América Latina de Qualcomm, Rafael Steinhauser.

, el principal proveedor de procesadores para teléfonos móviles del mundo, realizó un estudio con IDC sobre el nivel de adopción y conocimiento de la gente con respecto a las nuevas tecnologías impulsadas por la  5G.

El experto señaló que el 31% de todas las líneas móviles peruanas utilizan tecnología 2G. Es decir, el país tiene 12 millones de teléfonos con una red de hace casi 40 años.

¿Pero cuáles son las consecuencias de utilizar este tipo de red? Y sí, afecta al 46% de peruanos con 3G, y al 22% que usa 4G.

Todo se reduce al espectro radioeléctrico, que es básicamente como la carretera por donde circulan nuestras señales, llamadas, mensajes y emojis.

Este espacio no es ilimitado, naturalmente, y es mucho más eficiente en 3G y 4G, apuntó Steinhauser.

"Este recurso básico se está despilfarrando, ya que los usuarios 2G consumen muchísimo más para comunicarse que los otros", añadió.

Explicó que esto le deja menos espacio al resto: "la calidad se degrada, se encoge la radio base, hay lugares donde ya no tienes cobertura...".

Retraso móvil

Este desfase tecnológico no solo viene desde atrás, con las redes antiguas. Las nuevas tampoco están tan distribuidas como deberían.

"Estamos por lo menos seis años atrasados en el ciclo de renovación tecnológica en el mundo celular", observó el experto.

La dificultad parte desde dos actores distintos. Por un lado, los usuarios que compran el equipo no conocen qué tipo de red utiliza.

"Cuando compra el teléfono no sabe la diferencia entre 2G, 3G y 4G. Lo ve por fuera igual al otro y compra el más barato", señaló.

Y este detalle educativo desencandena el efecto de la ley de oferta y demanda, en donde participa el segundo actor: las compañías.

"Las operadoras piensan 'si yo restrinjo la venta a solo 3G y 4G, mi competidor que vende 2G se va a llevar marketshare'", subrayó.

A la larga, esta estrategia le conviene solo a uno. "El costo es bajísimo y está totalmente amortizado. Quien vende un teléfono 2G hace un buen negocio. Quien lo compra encuentra un pésimo negocio", sentenció.