(Bloomberg).- Fitbit Inc., a meses del debut de su reloj pulsera inteligente, ha perdido a varias personas que trabajaban en el proyecto y está atrasada en su tienda de aplicaciones, lo cual pone en peligro el producto más importante de la empresa en años.

Fuertemente golpeada por la caída de la popularidad de sus controladores de estado físico, Fitbit ha apostado su futuro al smartwatch. Pero esos dispositivos suelen estar vinculados a un ecosistema de dispositivos, aplicaciones y servicios compatibles que atraen a las personas.

Si bien el reloj de Fitbit puede reproducir música y gestionar pagos, según personas familiarizadas con el producto, una posible sociedad con Spotify no se concretó, y por desafíos técnicos la tienda de aplicaciones puede no estar lista cuando se lance el reloj este otoño (boreal). Muchos desarrolladores de aplicaciones, por su parte, no se entusiasman con el reloj de Fitbit.

"Estoy más interesado en los grandes como el Apple Watch y el Android Wear", dice Damian Mehers, que desarrolló una versión de Evernote para el reloj Galaxy Gear de Samsung. "Podría considerar desarrollar para Fitbit si hubiera un dispositivo atractivo y una base de usuarios suficientemente grande. Creo que será un desafío establecer la credibilidad".

Como muchos otros desarrolladores, Mehers dice que el desafío se ve exacerbado por el hecho de que los dispositivos de vestir todavía no se han popularizado, lo que significa que son menos deseables para escribir aplicaciones que los teléfonos inteligentes.

En una declaración por correo electrónico, Fitbit dijo que el desarrollo del reloj inteligente y de las aplicaciones de terceros "están en camino" y que "cualquier afirmación de que el programa está en dificultades es falsa".

Se estima que el mercado mundial de dispositivos electrónicos de vestir crecerá alrededor de 20% este año, a 125.5 millones de aparatos entregados, según la firma de análisis IDC. Pero el reloj de Fitbit no solo competirá con Apple Inc., sino también con decenas de productos Android más baratos. Fitbit perdió hace poco su posición como mayor vendedor de dispositivos de vestir y quedó por debajo de Apple y de la china Xiaomi Corp.

Los inversores son escépticos en cuanto a las perspectivas de la compañía, lo que hizo caer las acciones 55 por ciento en los últimos 12 meses. Habían bajado otro 2.41% más, a US$ 5.27, a las 10:49 del viernes en Nueva York. Si bien Fitbit tiene una base leal de usuarios que puede impulsar el nuevo dispositivo, los analistas dicen que la compañía podría verse en dificultades para conseguir tracción fuera de ese nicho bastante reducido.

Para contribuir al impulso de su programa de reloj pulsera inteligente, Fitbit adquirió el año pasado la tecnología desarrollada por la relojera Pebble, que cerró al no poder no competir en un mercado que ha despegado más lentamente que lo esperado.

Los desarrolladores de Pebble contribuyeron a formar el núcleo del equipo del smartwatch en California, pero la mayoría se ha ido desde entonces, según una persona familiarizada con la situación (aunque un grupo distinto de ex Pebbles en Ottawa continúa intacto).

Se prevé que el reloj Fitbit se venda a menos de US$ 300 y correrá con un sistema operativo particular basado en parte en el que alimentó los relojes de Pebble, a diferencia de sistemas operativos más habituales como el Wear de Android.

Elegir el Wear habría dado inmediatamente a Fitbit un vasto ecosistema de aplicaciones, desarrolladores establecidos y soporte de la marca de software de Google. En lugar de eso, Fitbit ha dedicado recursos a la creación de un sistema operativo especial, que requiere el desarrollo de todo un ecosistema.