(Reuters).- , el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo, dijo hoy que más de un millón de personas en todo el mundo están usando sus dispositivos avanzados con baterías que no son vulnerables al sobrecalentamiento y ni a incendios.

El 2 de setiembre, inició una recolección global voluntaria de al menos 2.5 millones de teléfonos Note 7 por las baterías defectuosas que provocaron el incendio de algunos dispositivos, una crisis vergonzosa para una firma que se enorgullece de sus controles de calidad. La iniciativa podría costar a la compañía miles de millones de dólares y dañar su imagen de marca, dijeron analistas.

La compañía surcoreana indicó que los teléfonos Note 7 vendidos al inicio del lanzamiento oficial del 1 de setiembre usan una batería diferente a la de los aparatos reclamados.

Sin embargo, una serie de reportes de incendios por parte de usuarios en China, el principal mercado mundial de móviles, complicaron a Samsung en un país en el que ya no está entre los cinco primeros en participación de mercado.

En un comunicado publicado en su sitio web en China, Samsung se disculpó con sus clientes por no haber podido dar una explicación detallada de por qué los móviles a la venta en China son seguros, ya que usan baterías procedentes de un proveedor diferente a los que se podían sobrecalentar.

"Actualmente, los nuevos productos Note 7 que han sido cambiados en mercados foráneos están usando las mismas baterías suministradas y utilizadas en la versión china", señaló Samsung.

La firma aseguró que se toma muy en serio los reportes de incendios de los Note 7 en China y que está analizando estos aparatos. Según Samsung, las baterías de los dispositivos que ardieron no estaban mal, conclusión que fue respaldada por una prueba independiente realizada por una tercera parte, señaló.