Google siempre encontró dificultades para ingresar a China. (Foto: AFP)
Google siempre encontró dificultades para ingresar a China. (Foto: AFP)

Por Leonid Bershidsky (*)

El martes, propuso una solución para cumplir con el fallo de julio de la Comisión Europea que llegó con una multa de US$ 5,000 millones.

La propuesta confirma la validez de la queja de los reguladores antimonopolio europeos: el gigante de las búsquedas realmente quiere que los consumidores utilicen solo dos de sus aplicaciones móviles: Búsqueda de Google y Google Chrome. Esa es una buena razón para no usarlas.

"La preinstalación de Búsqueda de Google y Chrome junto con nuestras otras aplicaciones nos ayudaron a financiar el desarrollo y la distribución gratuita de Android", dijo Google, y agregó que los fabricantes de teléfonos tendrán que pagar por preinstalar las otras aplicaciones de Google sin estas dos.

La medida trae a la mente una broma rusa de la década de 1990, cuando los dueños de las empresas regularmente postergaban el pago de los salarios de los trabajadores debido a la escasez de liquidez. Un dueño de una fábrica le dice a otro: "¡Imagínate, no he estado pagando salarios durante seis meses, pero la gente todavía viene a trabajar!" El otro dice: "Deberías probar cobrar por el ingreso".

Una semana más tarde se reúnen de nuevo y el primer dueño de fábrica dice: “Bien, ahora los trabajadores tienen que pagar para entrar a la fábrica. ¿Pero sabes qué? Han dejado de irse por la noche".

Esa es una descripción acertada del tipo de resultado que Google parece querer. Como escribió mi colega de Bloomberg Opinion, Shira Ovide: "Ahora que son adictos, Google les está pidiendo a todos que paguen para seguir obteniendo su dosis de Google".

En la práctica, por supuesto, el precio de la licencia para el conjunto de aplicaciones de Google menos Búsqueda y Chrome –la tienda de aplicaciones Google Play, las fotos, los mapas, la mensajería de Hangouts, Google Drive y otros productos populares – podrían compensarse con los pagos que la empresa de búsqueda pueda ofrecer a los fabricantes de dispositivos para que preinstalen Búsqueda y Chrome.

Probablemente sea eso lo que sucederá con la mayoría de los fabricantes populares, quienes no estarán particularmente interesados en sacar al mercado diferentes versiones de sus teléfonos solo para Europa.

La Comisión Europea realmente no puede hacer nada respecto del casi monopolio de Google en los sistemas operativos móviles. La solución propuesta por la compañía no es más que una artimaña en la tradición de Silicon Valley de cumplir con la letra, no con el espíritu de los dictámenes europeos.

Pero, además de imponer fuertes multas, la comisión también puede comunicar su inquietud sobre los modelos de negocios de Silicon Valley que tratan a los usuarios como propiedad, proporcionando servicios "gratuitos" a cambio de datos personales.

Entiendo el mensaje. No es necesario que los usuarios de Android esperen a que los fabricantes ofrezcan teléfonos extravagantes que utilicen modificaciones de Android o "mods" (según la propuesta de Google, los fabricantes que instalen la versión del sistema operativo aprobada por la empresa también podrán experimentar con las modificaciones).

Y es irrelevante si algunos teléfonos en Europa vendrán con combinaciones exóticas de motores de búsqueda predeterminados, navegadores, e incluso tiendas de aplicaciones alternativas.

La belleza de Android es que es fácilmente personalizable. En el iOS de Apple, uno ni siquiera puede cambiar el navegador predeterminado.

En Android, es cosa de unos pocos clics. La mayoría de los navegadores alternativos funcionan tan bien como Chrome y no son tan exigentes con los recursos de un dispositivo. Algunos están diseñados para mantener la recopilación de datos sobre el usuario al mínimo.

En cuanto a la aplicación de búsqueda, no es mucho más que una herramienta de recopilación de datos para Google. Ni siquiera es necesario reemplazarlo: no es complicado buscar cualquier cosa que necesite desde el navegador, utilizando cualquier combinación de motores de búsqueda, incluidos o excluidos los de Google.

Mi teléfono actual venía con Chrome y Búsqueda preinstalados. Escogí un navegador predeterminado diferente y deshabilité la aplicación de búsqueda. No es una forma totalmente confiable de optar no ser parte de la implacable recopilación de datos de Google.

Según un documento publicado en agosto por Douglas Schmidt de la Universidad de Vanderbilt (que Google desestimó por considerarlo parcial y conducente a error), de una quinta parte a un tercio de todo el tráfico entre un dispositivo Android y los servidores de Google puede tener relación con la ubicación física del usuario.

Una investigación de AP descubrió que decirle a Google que no realice seguimiento no necesariamente detendrá la práctica. La empresa de búsqueda aún recopilará datos a través de cookies en sitios web de terceros, independientemente del navegador que utilice; a pesar de las reglas de privacidad digital de Europa, que aparentemente hacen que estas cookies sean evitables, es demasiado complicado luchar contra las diversas formas en que muchos sitios web las imponen al usuario.

Sin embargo, descartar Chrome y Búsqueda es una forma fácil de reducir la cantidad de información que Google obtiene, esencialmente sin el consentimiento informado de los usuarios a pesar de su cumplimiento pro forma con las regulaciones europeas.

Los usuarios de Facebook que, como yo, vieron que recientemente sus direcciones de correo electrónico, números de teléfono y muchos otros datos llegaron a manos de piratas informáticos, saben por qué es una buena idea compartir la menor información personal posible con empresas basadas en anuncios. Google no tiene mucho más éxito en evitar que sus datos sean robados.

Google dice que utiliza la recopilación de datos de Chrome y Búsqueda para subsidiar otros productos. Bueno, si la empresa está dispuesta a cobrar a los fabricantes de teléfonos por esos productos, ¿por qué no a los usuarios finales? Poner un precio en las aplicaciones de Google, a cambio de la promesa de no recopilar datos, mostraría rápidamente cuál de ellas es viable.

(*) Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

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