Redacción Gestión

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Correos electrónicos, mensajes de texto, hangouts. El poderoso mundo digital apenas está siendo explorado, pero un sentido ha estado ausente desde el inicio: el olfato. Bajo la dirección de 'Le Laboratoire', David Edwards, docente de Ingeniería Biomédica de la , parece haber alcanzado una nueva meta: el olor virtual.

Los investigadores del referido centro francés experimentan "las fronteras de la ciencia". Es así como el equipo del profesor Edwards ha logrado presentar, en la conferencia de en Londres, el prototipo de un dispositivo que busca comunicar aromas.

El invento ha sido denominado 'OPhone'. El objetivo consiste en hacer común la comunicación olfativa, a través de la transmisión de olores, de la misma manera en que cualquier usuario envía mensajes de texto.

"La idea es básica. Muchos de los recuerdos de las personas están ligados a olores, sean buenos o desagradables. Es extraño entonces que nadie haya sido capaz de canalizar los olores en la comunicación", señala la revista Wired.

Hay un problema cuando se trata de hacer esto, dice Edwards, "la transmisión de olores hasta la fecha no es inteligente". OPhone resuelve este problema con su principal innovación: el oChip. Este pequeño cartucho, aproximadamente del tamaño de una uña, contiene información olfativa que puede producir cientos (y pronto miles) de olores.

La idea es que estos chips puedan instalarse en el OPhone y vía Bluetooth esos aromas puedan enviarse a un amigo. Por el momento, el dispositivo solo expulsa olores relativos a distintos tipos de café, pero la cantidad de aromas apunta a extenderse.

El producto final, que saldría a finales de este año, vendrá con dos Ophones. Edwards asegura que este es un compromiso para garantizar que las personas puedan experimentar dos olores de manera simultánea. "Usted podrá sentir el aroma del café, por un lado, y de panes, por el otro", precisó a Wired.