Redacción Gestión

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Sin previo aviso y sin ningún rumor en la web, volvió a ser el centro de atención en la web gracias a la sorpresiva compra de Oculus VR, firma especializada en realidad virtual y que estaba comenzando a llamar la atención de diferentes empresas de videojuegos y de los usuarios en la web gracias a los lentes .

Sin embargo, después del anuncio de la transacción, muchas empresas comenzaron a darle a la espalda a Oculus Rift y el sentimiento general es que, a pesar de que el propio Zuckerberg ha declarado que Oculus VR seguirá trabajando de manera independiente, el lazo que ahora tiene con Facebook calará de forma negativa en la empresa, en el futuro de la realidad virtual y en los videojuegos.

El primer síntoma de molestia se expuso a través de Twitter. , creador del juego Minecraft, hizo público su descontento con la transacción de Facebook con su tuit: "Estábamos en conversaciones para traer una versión de Minecraft a Oculus. Acabo de cancelar ese acuerdo. Facebook me aterra".

Después de su tuit, Notch, nombre que Persson usa en la web, explicó sus motivos en su blog. "Definitivamente quiero ser parte de VR, pero no voy a trabajar con Facebook", escribió en su . "Sus motivos son poco claros y cambiantes, y no ha sido históricamente una plataforma estable. No hay nada acerca de su historia que me haga confiar en ellos, y eso hace que sean espeluznantes para mí" sentenció Persson.

Finalmente, a pesar de la oportunidad perdida de ver Minecraft en el Oculus, existen otros caminos para que el videojuego pueda hacer su salto a la realidad virtual. Sony también ha lanzado un prototipo muy prometedor de virtual reality, el .

La controversia de los mecenas

El portal ABC.es informó sobre otro problema que Oculus tendría a raíz de su venta a Facebook.

Palmer Luckey, creador del Oculus Rift, registró el prototipo del proyecto en , la plataforma de Crowdfunding para recaudar financiación. Fueron muchas personas (9,522 según el portal) que se interesaron por el proyecto e inyectaron diferentes cantidades de dinero hasta sumar más de dos millones de dólares.

Gracias a estas donaciones fue que el proyecto se hizo realidad. Después de la compra, las personas que apoyaron a Oculus han visto esta transacción como una traición, ya que ellos no están recibiendo nada de los 2,000 millones de dólares que Facebook pagó a los fundadores. Ahora, estos "mecenas" no solo piden el dinero invertido, sino que también exigen una compensación.

"No tengo palabras para expresar lo traicionado que me siento", escribió el usuario Sergey Chubukov en la de Oculus en Kickstarter. "¿Entonces? ¿En dónde le devuelven a uno sus 300 dólares? Creo que nosotros los "mecenas" tenemos derecho al producto también, y no estoy de acuerdo con que mi dinero sea gastado en un tecnología que ha ido a parar a las manos de Facebook", escribió por su parte Philip Hansen, otro enojado usuario que también donó dinero a Oculus.

El futuro del futuro

A pesar de los malos pronósticos para el futuro de Oculus Rift y de la realidad virtual, existen otros aspectos que prueban que a Oculus le puede ir muy bien en los próximos años. El éxito de Instagram, también comprado por Facebook, es una buena razón para darle una oportunidad a los siguientes pasos de Oculus VR.

Whatsapp también está creciendo y sigue siendo una firma líder en mensajería instantánea. Las dos empresas, ambas propiedad de Facebook, fueron objeto de análisis negativos y se pensó que no durarían mucho cuando se supo de su venta a la red social número uno en el mundo, pero hasta ahora les va muy bien.

El portal alt1040 hizo un análisis de los movimientos de Facebook y maneja su propia teoría acerca de lo que Zuckerberg piensa hacer con tantas propiedades tecnológicas. Para el portal, el dueño Facebook solo está asegurándose de no perecer con los años. Al hacer estas compras, Facebook tiene la oportunidad de innovar en otros campos que no sean la red social y de mantenerse activo en un futuro cada vez más agresivo en innovación y tecnología.

En síntesis, los usuarios y las empresas de tecnología tienen opiniones encontradas en cuanto a las contundentes transacciones de Facebook. Por un lado, existe ese miedo al poder de data que Facebook tiene, millones de usuarios en el mundo que registran su día a día en las redes sociales y que pertenecen a una sola firma. Por otro lado, también se ve el potencial de integración de las plataformas que son parte de la red social y de lo que podrían hacer juntas, un servicio completo, con infinitas posibilidades para el usuario.

Todo depende del ángulo con que se quiera mirar las cosas.