Netflix
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Mientras usted estaba preocupado por los tuits de y las posteriores consecuencias, algo más grande sucedía en esta semana. Netflix Inc. se convirtió sólidamente como la compañía de medios más valiosa del mundo.

Los antecedentes: una aplicación de 11 años que cobra US$ 11 al mes vale más para los inversores que los conglomerados tradicionales que ganan miles de millones más de publicidad televisiva, éxitos de taquilla y paquetes de cable e internet.

De hecho, ha superado al menos a un gigante tradicional de medios en términos de valor de mercado todos los años desde el 2015, año en que duplicó en tamaño a CBS Corp., de Sumner Redstone.

Casi simbólicamente, ese fue el mismo año en que el magnate de los medios dejó de participar en las teleconferencias de resultados financieros de CBS., y los espectadores pronto sugerirían que la compañía debería comprar nuevamente Viacom Inc. para restablecer su escala.

Y ahora, Netflix –un servicio de alquiler de DVD convertido en streaming en línea–destronó al último que se mantenía,

Al final de la sesión bursátil del jueves, Netflix había mantenido durante cinco días consecutivos una capitalización bursátil de más de US$ 150,000 millones, mientras que Disney cayó justo por debajo de ese nivel. Comcast Corp. sucumbió una semana antes y Time Warner Inc. lo hizo el año pasado. Es un mundo completamente nuevo.

¿O no?
Netflix es ahora la compañía con la valoración más alta de la industria, pero no la más grande según ningún otro indicador.

El valor de mercado depende del precio de las acciones, y en el caso de Netflix, ese precio se basa más en las esperanzas de los inversionistas que en indicadores financieros concretos.

Por supuesto que no estoy subestimando el éxito de Netflix o el hecho de que perturba a la industria. Pero se habla mucho de que Netflix "superó" a Disney y Comcast, cuando realmente lo que creo que nos da es una imagen más clara del panorama de los medios en unos pocos años. Estos tres están decididos a estar entre los más grandes, los consolidadores, los nombres que no olvidaremos.

La mayoría de los demás serán absorbidos con el tiempo, y los próximos 18 meses deberían determinar quién compra qué. Pronto, por ejemplo, Time Warner puede estar bajo la propiedad de AT&T Inc., el segundo proveedor de servicios inalámbricos de Estados Unidos, que ha intentado transformarse en un conglomerado de medios como Comcast, con su negocio satelital DirecTV y la popular aplicación de streaming DirecTV Now.

AT&T y Verizon Communications Inc., otro potencial comprador de medios, aún dejan pequeño a Netflix con más de US$ 190,000 millones en capitalización de mercado cada uno.

El mercado ha castigado a compañías como Disney y Comcast por buscar oportunidades de crecimiento costosas y ha recompensado a Netflix por hacer lo mismo. Es posible que algún día alcance el éxito financiero que sus accionistas imaginan.

Sin embargo; por ahora Netflix aporta una fracción de los ingresos que aportan Disney y Comcast, tiene más deuda en relación con el Ebitda y gasta alrededor de US$ 2,000 millones en efectivo cada 12 meses. Las operaciones de Disney y Comcast pueden generar esa cantidad de efectivo en alrededor de un mes.

La columnista de tecnología Shira Ovide recientemente contrastó el dinero que Netflix está obligado a pagar en los próximos años por programación, contratos y deudas con su falta de generación de efectivo, y es sorprendente. Y, sin embargo, Netflix está valorado en más de 60 veces la Ebitda proyectada de este año.

Mientras tanto, las acciones de Disney y Comcast han estado bajo una particular presión en las últimas semanas debido a que ambas quieren adquirir los US$ 50,000 millones en activos que Rupert Murdoch está extrayendo de 21st Century Fox.

Es la decisión de fusiones y adquisiciones más riesgosa que ha tomado el máximo ejecutivo de Disney, Bob Igor. Para Comcast, un acuerdo implicaría una gran cantidad de deudas y la posible interrupción de un conjunto de operaciones que han llegado a ser gratamente previsibles para sus accionistas.

Comcast aún no ha hecho una contraoferta pública, pero al insinuar que lo hará ya ha afectado el precio de sus acciones y las de Disney.

Según los informes, la gente de Disney está preparando un plan de respaldo para agregar efectivo a su oferta en acciones en caso de que Comcast no lo logre.

La raíz de su pelea por Fox es su necesidad de poder enfrentarse a Netflix en el largo plazo; Fox ya sabe que no puede. Para mí, esa estrategia tiene sentido.

Al igual que tiene sentido que esté buscando más contenido y expandiéndose a los servicios móviles, AT&T quiera controlar contenido como HBO y que Shari Redstone haya querido volver a unir CBS y Viacom y venderlos.También es cierto que la escala es solo parte de la batalla.

He dicho antes por qué creo que las compañías de medios se están equivocando sobre el streaming: hay un número confuso de aplicaciones, y algunos programadores, incluido Disney, están buscando cada vez más mantener sus mejores contenidos dentro de la compañía para sus propias ofertas de internet.

Eso significa que encontrar el conjunto perfecto de servicios para suscribirse en realidad puede costar a los consumidores más que los paquetes de cable todo en uno tradicionales. Demasiado entre qué elegir.

Pero en este momento, resolver problemas como estos y mirar a la industria en general es mucho más emocionante que cuánto han decidido los inversionistas sobreinflar la valuación de Netflix en un día determinado.

La capitalización de mercado de Netflix es más grande, está agregando suscriptores, ofrece un gran contenido. Pero no va a ser la única empresa de televisión y cine que quede en pie.

Esta puede ser una amenaza tan grande como lo grande que llegará a ser Netflix, y estamos viendo quién tiene los medios para adaptarse y quién podría tener que ceder a las presiones de fusión.

Por Tara Lachapelle

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

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