(Bloomberg).- Otro que muerde el polvo. Dialog Semiconductor Plc, que cotiza en la bolsa alemana, perdió un tercio de su valor de mercado en cierto momento del martes cuando los analistas de Bankhaus Lampe KG afirmaron que había "sólidas evidencias" de que estaba trabajando para producir sus propios chips de gestión energética para el iPhone.

Dialog respondió que no sabía de "ninguna razón empresarial" que explicara el movimiento del precio de la acción pero, si el comentario de Bankhaus tiene algún fundamento, significa que Apple algún día podría comprarle menos chips a Dialog. No es lo ideal para una empresa que depende del fabricante de smartphones más rentable para 70% de sus ventas.

A pesar de que los analistas tuvieron el cuidado de reconocer que no podían estar seguros sobre cuándo tendría lugar el cambio, si es que ocurría, los inversores entraron en pánico. Las acciones recuperaron el terreno perdido más tarde ese día, pero seguían 14% abajo a última hora de la tarde.

A esta altura, el patrón debería resultar familiar. Como escribí la semana pasada, Apple crea riqueza entre sus proveedores comprando componentes en forma masiva, pero los reduce a escombros cuando los abandona. El diseñador británico de chips Technologies Group Plc advirtió a los inversores que Apple planeaba dejar de usar sus diseños de chips de procesamiento gráfico en dos años. El resultado: Imagination perdió dos tercios de su valor de mercado en cuestión de horas.

Dialog está cerca de la cima en la gama de compañías más expuestas a Apple, y solo Cirrus Logic Inc., un fabricante de componentes de audio, y una pequeña firma de Hong Kong dependen más del gigante californiano. Según datos de Bloomberg, hay cerca de una docena de empresas que obtienen al menos la mitad de sus ingresos de Apple, incluido el gran contratista Foxconn.

Los inversores con buena memoria deben de recordar otros ejemplos de proveedores de Apple que sufrieron terriblemente luego de que esta dejó de comprarles, entre ellos Wolfson, CSR y Sigmatel.

Dialog también pasó por la experiencia. Hace una década dependía mucho de Ericsson AB para sus ventas, y antes de esta, de Siemens AG. Hasta cierto punto, estas empresas forman el grueso de los fabricantes de componentes.

Los inversores probablemente deberían aplicar fuertes descuentos a compañías tan dependientes de los caprichos de un cliente. Pero a veces sale ganando la euforia por Apple.

Antes de la bomba que estalló hoy, las acciones de Dialog no estaban lejos de los niveles más altos sobre la base de la relación precio-ganancias.

La gerencia de Dialog viene hablando desde hace tiempo de diversificar su base de clientes. Trató de comprar al fabricante de chips Atmel el año pasado, pero su oferta fue superada.

Podría buscar otros acuerdos bastante rápido. Dialog puede permitirse comprar dado su fuerte flujo de caja, pero tendría que frenar la recompra de acciones. La independencia cuesta.

Aunque Apple emprendiera más diseño de chips en forma interna, Dialog seguiría teniendo 1,200 ingenieros que pueden trabajar para productos de otros fabricantes de smartphones. Su poder intelectual no desaparecería de la noche a la mañana, lo que debería ofrecer algún apoyo al precio de la acción.

Andrew Gardiner, analista de Barclays, dice que a Apple le resultará más difícil desplazar a Dialog que a sus otros proveedores a causa de una escasez de talento de ingeniería en la gestión energética.

Dicho esto, Apple no renunciará a su deseo de fabricar una mayor cantidad de sus propios chips. Y sus ambiciones pueden ser mayores de lo que se estima desde afuera de la compañía.

Tener el control de sus diseños de procesadores gráficos y chips de gestión energética tiene sentido dado que estos son fundamentales para cualquier smartphone de alto nivel. Apple debe justificar continuamente sus precios más altos.

Todos en la cadena de suministro de Apple deben adaptarse a la nueva realidad, y rápido.

Por Leila Abboud

Esta columna no refleja necesariamente la opinión de Bloomberg LP y sus dueños.