Redacción Gestión

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El internet de las cosas, la red más allá de la computadora o el celular, es una que ha llegado para quedarse y cambiar nuestras vidas. La conectividad ha salido de sus límites usuales para instalarse de manera física en nuestros hogares. Desde la ropa hasta la puerta del garage, todo puede ser inteligente.

"Será una tendencia que transformará todos los mercados e impactará en todas las industrias" declara José Manuel Petisco, director general de Cisco en España. "Moverá 19 billones de dólares en todo el mundo, de los cuales 14,4 billones se generarán en el ámbito privado y 4,6 billones del público", agrega.

Podríamos decir que lo más interesante de esta tendencia es todo el que tiene. Los productos que vemos en el mercado solo son parte de la primera generación de objetos inteligentes. Para Jorge Lang, director de Innovación y Soluciones de Intel Corporation para el sur de Europa, "the internet of everything" será mucho más grande que la revolución industrial del siglo XIX.

"Las personas serán una parte muy importante del Internet of everything. Todos necesitamos un sexto sentido que nos oriente en un mundo que, a su vez, cada vez será más inteligente. Además, gracias a estas tendencias, las grandes megaciudades serán mucho más 'vivibles", asegura Lang.

La será uno de los principales efectos de esta tendencia, la cual podría impactar de forma dramática en la oferta de los productos en los mercados, en las organizaciones y, por ende, en la publicidad. "Pasaremos del café para todos a la personalización. Esto impactará especialmente en la oferta de los servicios y productos de las organizaciones y los anuncios publicitarios. Ya no serán generales para un grupo de gente sino personalizados al máximo en función de los gustos y preferencias de cada persona", explica Lang.

Sin embargo, la de la red abierta es una de las cuestiones más urgentes de esta tendencia. Se han registrado muchos casos en los que personas ajenas pueden hackear fácilmente los objetos inteligentes que ese encuentran dentro de las casas y los manejan sin problemas. La data que estos objetos registrarán también es una razón importante para solucionar los problemas de seguridad.

"Sin casi darnos cuenta hemos pasado por tres etapas en la vida de Internet y hemos pasado de la web economy a la app economy. La siguiente fase será el Internet de todas las cosas, es decir, en la que estén conectados dispositivos y sensores –ya hay más de 10.000 millones de objetos conectados y se espera que la cifra llegue a los 50.000 millones en 2020– pero también personas, procesos y datos", finaliza José Manuel Petisco, director general de Cisco en España.