(Foto: AFP).
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El rápido aumento en varios lugares del mundo de variantes mortales y más infecciosas del que comparten nuevas mutaciones está llevando a los científicos a plantearse una cuestión fundamental: ¿ha mostrado el virus SARS-CoV-2 sus mejores cartas?

Las nuevas variantes detectadas por primera vez en países tan distantes unos de otros como Brasil, Sudáfrica y Gran Bretaña aparecieron espontáneamente en pocos meses a finales del año pasado.

Las tres comparten algunas de las mismas mutaciones en la importante región de la espiga del virus, la que usa para entrar e infectar las células.

Entre ellas se encuentra la mutación E484k, apodada “Eek” (una interjección de terror en inglés) por algunos científicos por su aparente capacidad para evadir la inmunidad natural a una infección previa por COVID-19 y de reducir la protección ofrecida por las actuales, todas las cuales apuntan a la proteína de la espiga.

La aparición de mutaciones similares, independientes entre sí, que surgen en distintas partes del mundo demuestra que el coronavirus está experimentando una “evolución convergente”, según una docena de científicos entrevistados por Reuters.

Aun si continua mutando, inmunólogos y virólogos sospechan que este coronavirus tiene un número limitado de maniobras en su arsenal.

El impacto de largo plazo para la supervivencia del virus, y si un límite en el número de mutaciones lo hace menos peligroso, está por verse.

“Es plausible que este virus tenga un número relativamente limitado de mutaciones para escapar de los anticuerpos antes de haber mostrado todas sus cartas, por así decirlo”, dijo Shane Crotty, virólogo del Instituto de Inmunología de La Jolla, en San Diego.

Esto podría permitir a los laboratorios estar encima del virus mientras desarrollan vacunas de refuerzo dirigidas directamente a las variantes, en momentos en que los gobiernos luchan por controlar una que ha matado a casi 3 millones de personas.

La idea de que el virus pueda tener un número limitado de mutaciones lleva circulando entre los expertos desde principios de febrero, y cobró impulso con la publicación de un artículo que muestra la aparición espontánea de siete variantes en Estados Unidos, todas ellas con mutaciones en la misma región de la proteína de la espiga.

Evolución en tiempo real

El proceso por el que diferentes especies evolucionan independientemente con los mismos rasgos que mejoran sus probabilidades de supervivencia es fundamental para la biología evolutiva. El gran alcance de la pandemia de coronavirus -con 127.3 millones de infecciones en todo el mundo- permite a los científicos observarlo en tiempo real.

“Si quisiéramos escribir un pequeño libro de texto sobre la evolución vírica, se estaría haciendo ahora mismo”, dijo en una entrevista el doctor Francis Collins, genetista y director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Los científicos vieron el proceso a menor escala en el 2018, cuando un peligroso virus de la gripe aviar H7N9 en China pareció comenzar a adaptarse a los huéspedes humanos. Pero ningún patógeno ha evolucionado bajo un escrutinio tan amplio como el SARS-CoV-2.

Wendy Barclay, viróloga y profesora del Imperial College de Londres y miembro de un panel asesor científico del gobierno del Reino Unido, dijo que está sorprendida por la “increíble cantidad de evolución convergente que estamos viendo” con el SARS-CoV-2.

“Hay estas mutaciones infames -E484K, N501Y y K417N- que están en las tres variantes preocupantes. Todo esto junto es una muestra de biología muy fuerte de que esta es la mejor versión de este virus en el momento actual”, dijo Barclay.

No es que este coronavirus sea especialmente inteligente, dijeron científicos. Cada vez que infecta a las personas hace copias de sí mismo y con cada copia puede cometer errores, algunos son insignificantes, pero los que dan al coronavirus una ventaja de supervivencia tienden a persistir.

“Si sigue ocurriendo una y otra vez, debe estar proporcionando alguna ventaja real de crecimiento a este virus”, dijo Collins.

Algunos especialistas creen que el virus puede tener un número limitado de mutaciones que puede sostener antes de comprometer su aptitud o cambiar tanto que ya no sea el mismo.

“No creo que vaya a reinventarse con más dientes”, dijo Ian Jones, profesor de virología de la Universidad británica de Reading.

“Si tuviera un número ilimitado de trucos veríamos un número ilimitado de mutaciones, pero no es así”, dijo Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad Rockefeller de Nueva York.

Optimismo cauto

Sin embargo, los científicos siguen siendo cautos y dicen que predecir cómo mutará un virus es un reto. Si hay límites en la evolución del coronavirus, eso simplificaría las cosas para los desarrolladores de vacunas.

Novavax Inc está adaptando su vacuna para que responda a la variante sudafricana que, en las pruebas de laboratorio, parece restar eficacia a las inyecciones actuales.

El presidente ejecutivo, Stan Erck, dijo que el virus sólo puede cambiar hasta cierto punto y seguir uniéndose a los huéspedes humanos, y espera que la vacuna “cubra la gran mayoría de las cepas que están circulando”.

Si no es así, Novavax puede seguir adaptando su vacuna a las nuevas variantes, añadió.

Los investigadores están rastreando las variantes a través de plataformas para compartir datos como la Iniciativa Mundial de Intercambio de Datos sobre la Gripe Aviar, que alberga enormes fondos de genomas de coronavirus.

Los científicos han identificado recientemente siete variantes de coronavirus en Estados Unidos con mutaciones que ocurren en el mismo lugar de una parte clave del virus, lo que ofrece más pruebas de la evolución convergente.

Otros equipos están llevando a cabo experimentos que exponen al virus a anticuerpos para forzarlo a mutar. En muchos casos, aparecen los mismos cambios, incluido el infame E484K.

Estas pruebas contribuyen a un cauto optimismo, ya que las mutaciones parecen compartir muchos de los mismos rasgos.

Sin embargo, los expertos señalan que el mundo debe seguir rastreando los cambios del virus y ahogar su capacidad de mutación reduciendo la transmisión mediante las vacunas y las medidas que limitan su propagación.

“Ha mostrado un conjunto muy fuerte de movidas de apertura”, dijo Vaughn Cooper, especialista en biología evolutiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, sobre este coronavirus. “No sabemos cómo se verá el final de la partida”.

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