Redacción Gestión

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Era de esperarse. vuelve a destapar la controversia del "derecho al olvido" al dar marcha atrás en la eliminación de información en su buscador. Esta vez, el diario The Guardian se vio involucrado.

Según Reuters, el diario británico habría protestado por la eliminación de sus noticias acerca de un árbitro de fútbol que mintió sobre su decisión de penalti. Un dato interesante es que no se sabe exactamente quién pidió que estos datos se borren.

Este caso vuelve a generar discusión acerca de los problemas que está teniendo Google con respecto al sistema del derecho al olvido, ya que los medios están interpretando estas acciones como censura.

Son más 70,000 solicitudes que el buscador ha recibido y ya ha comenzado a trabajar en ellas, por lo que notificó a The Guardian y otros medios ingleses que se eliminarían los enlaces a los artículos que pidieron ser borrados.

Sin embargo, contrario a lo que los jueces que ordenaron estas acciones podrían haber pensado, el efecto fue que los medios volvieron a publicar las noticias que eran borradas, con lo que la gente recordó mucho más de lo que olvidó.

"Hemos visto una serie de situaciones en los últimos días, en los que alguien, en un esfuerzo para conseguir que una cierta cosa sea olvidada, ha traído más atención de la que nunca hubo antes" explica Parker Higgins, activista de Electronic Frontier Foundation.

Por ahora, y en aras de la transparencia, Google avisa a los medios que les borrará sus enlaces y se encuentran en un limbo de ensayo-error que grafica los serios problemas que podrían originar a raíz del derecho al olvido.

En un comunicado, el buscador a dejado en claro que "este es un proceso nuevo y cambiante para nosotros. Continuaremos escuchando el fedback y trabajando con las autoridades de protección de datos al mismo tiempo que cumplimos con la norma".

Tal vez todos estos obstáculos puedan hacer que este fallo de la se analice mejor o que las personas que quieren comenzar las peticiones piensen en las consecuencias antes de pedir que las olviden y les salga el tiro por la culata.