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Alphabet Inc, que casi en su totalidad es , tenía 98,771 empleados en diciembre. Esa noticia, parte del informe anual 10-K publicado por la compañía la semana pasada, me puso a pensar. Como podrán recordar, Google superó a toda la industria estadounidense de los periódicos en ingresos publicitarios en 2010. Las cifras ya no son ni cercanas.

No es una comparación perfecta: los ingresos por publicidad son globales, los de la industria estadounidense de los periódicos no. No obstante, la dirección es correcta, y es muy diciente. Entonces me pregunté si Google/Alphabet haría lo mismo en cuanto al empleo. La respuesta formal: para allá van.

Con 139,900 empleados en diciembre, los periódicos estadounidenses siguen por encima de Alphabet. La tendencia, claramente, no los favorece, y la historia tiene un giro. En julio pasado, Mark Bergen y Josh Eidelson, de Bloomberg, reportaron que Alphabet emplea aproximadamente la misma cantidad de contratistas como de empleados con todos los beneficios.

"A principios de este año, los contratistas superaron a los empleados directos por primera vez en los veinte años de historia de la compañía, según una persona que vio las cifras en una base de datos interna de la empresa".

Si en efecto los contratistas de Alphabet superan a los empleados, la empresa en realidad podría tener más de 200,000 trabajadores, muchos más que la industria estadounidense de los periódicos. Sí, los periódicos tienen corresponsales y otros contratistas que tampoco aparecen en sus registros de nómina, y las cifras de Alphabet son globales y las de los periódicos no. No es tan significativo en comparación. Pero es... inquietante.

En la segunda mitad del siglo XX, los periódicos en EE.UU. hicieron dinero principalmente mediante la venta de anuncios. Usaron algo de ese dinero para contratar periodistas, pero también quedó bastante para los dueños. En 1997, el margen de ganancias de operación de los periódicos estadounidenses era de 19.5%. El de Gannet Inc. era 26.6%. Estos márgenes despertaron muchas críticas cuando los periódicos empezaron a experimentar dificultades en la década de 2000.

Recuerdo haber hablado con Craig Newman, de Craigslist, en esa época, y su mensaje fue que los propietarios de periódicos debían dejar de quejarse tanto por la pérdida de ingresos por los anuncios clasificados, dejar de despedir periodistas y acostumbrarse a los márgenes de ganancias más pequeños. Sí se acostumbraron –el margen operativo de Gannet para los cuatro trimestres terminados en septiembre fue de 6.1%–, pero, como demuestra el cuadro anterior, no dejaron de despedir periodistas.

Ahora, por supuesto, son Google y Facebook Inc. quienes producen montones de dinero por la venta de anuncios y generan grandes márgenes de ganancias: Alphabet/Google obtuvo 22.9% en 2018, Facebook, 44.6%. Estas empresas reúnen a las audiencias de forma más costo-efectiva y especializada de lo que lo han hecho los periódicos en toda su existencia. En los últimos años, también se han convertido en grandes empleadores (Facebook reportó 35,587 empleados a diciembre 31). Lo que no hacen, con escasas excepciones, es contratar periodistas.

Esta es la situación del empleo en las principales industrias que sí contratan periodistas:

A primera vista, parece que las pérdidas laborales se detuvieron en 2010. Pero esa categoría simplona y de rápido crecimiento de "Publicaciones y transmisiones en Internet y portales de búsqueda en la web", a pesar de incluir a muchos periodistas digitales exclusivos, también incluye a la mayoría de los empleados de Alphabet y Facebook.

"Todos los demás servicios de información", que también está creciendo, incluye, bueno, a mí, además de las bibliotecas, los archivos y algunas otras cosas. El sector de las transmisiones, el cual se ha encogido un poco, pero mucho menos que los periódicos y las revistas, tiene muchos empleados en el área del entretenimiento. Las industrias de las películas y las grabaciones emplean casi al doble de personas ahora que en 1990, pero como están más enfocadas en el entretenimiento, no parecían pertenecer al gráfico.

Una medida más directa, aunque tal vez menos confiable y oportuna, es el conteo anual de "reporteros y corresponsales" de las Estadísticas Anuales de Empleo y Ocupación de la Oficina de Estadísticas Laborales. En mayo de 2017 había aproximadamente 38,700, en comparación con 53,060 en el 2006. La misma historia en otras palabras, con el agregado de que ahora hay probablemente menos reporteros y corresponsales que empleados de Facebook.

Los cambios tecnológicos a lo largo de los siglos han eliminado muchos otros trabajos, así que puede parecer egoísta que un periodista se lamente por la pérdida de empleos en periodismo. Está bien, es egoísta. Pero los periodistas tienen un rol social, uno que aún no ha sido efectivamente apropiado por la inteligencia artificial, la financiación colectiva u otras innovaciones.

Y aunque hay una mezcla de nuevos modelos de negocios y modelos de negocios pasados de moda (las suscripciones, principalmente), y las fuentes de financiación sin ánimo de lucro probablemente serán suficientes para mantener el periodismo nacional funcionando a una escala tolerablemente efectiva, a nivel local, las cosas no se ven tan alentadoras.

Los académicos están empezando a cuantificar los efectos de esta pérdida de periodistas locales. Un estudio publicado en diciembre por dos profesores de comunicaciones y un politólogo concluyó que los cierres de periódicos locales aumentaron la probabilidad de que los electores votaran por un partido político en general, lo cual incrementa la polarización partidista.

"Cuando pierden sus periódicos locales, hallamos, los lectores recurren a sus afinidades políticas para informarse sobre sus opciones", concluyeron los autores. A principios del año pasado, un estudio realizado por tres profesores de finanzas encontró que los costos crediticios municipales subieron entre 0.05 y 0.11 de un punto porcentual tras el cierre de los periódicos locales, y los autores argumentaron que "la falta de supervisión al gobierno" tuvo que ver con el aumento.

No parece mucho, pero como explica Danielle Moran, "para una emisión de deuda por US$ 65 millones, equivale a aproximadamente US$ 71,500 al año –suficiente para cubrir el salario de un profesor– o aproximadamente US$ 2 millones en la vida de un bono a 30 años".Google hace muchas cosas útiles y ahora emplea a muchísimas personas. Pero, por lo general, esas personas no van a reuniones del concejo municipal y hacen preguntas incómodas.

Por Justin Fox

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