Daimler
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Ola Kallenius ascendió en haciendo lo que la mayoría de la gente asocia con los fabricantes alemanes de automóviles: contribuyó al desarrollo de vehículos con motores potentes y un estilo agresivo que rugen a alta velocidad por las autopistas. En su nuevo cargo como máximo ejecutivo de la compañía, deberá aceptar un desafío diferente: los autos sin gasolina.

Nacido en Suecia, Kallenius pasó toda su vida laboral en el fabricante de y el mayor productor de camiones del mundo, ascendiendo desde 1995 en una carrera que culminó el miércoles, cuando la compañía lo nombró máximo responsable a partir de mayo del año próximo.

Su tarea más duradera transcurrió en la unidad de alto rendimiento, primero en el Reino Unido y más tarde como jefe de la división AMG, un proveedor de equipos de afinación que él ayudó a convertir en un fabricante de autos de gama alta. A diferencia de sus predecesores, predominantemente ingenieros, Kallenius estudió finanzas y no pasó por la división de camiones.

"Kallenius ciertamente puede ’vender’ una nueva era mejor de lo que podrían haberlo hecho los otros candidatos", dijo Jürgen Pieper, analista de Bankhaus Metzler en Fráncfort. La vieja afirmación en la industria automotriz alemana de que el máximo ejecutivo siempre tiene que ser un ingeniero es "demasiado simple en estos tiempos revolucionarios con tantos desafíos tecnológicos".

Escollos
Kallenius enfrenta muchos de los mismos obstáculos de la industria automotriz en general: durante más de un siglo, la lógica del negocio giró en torno a los conceptos del motor de combustión, la propiedad del automóvil y la presencia de un conductor al mando del vehículo.

Pero estos pilares están resquebrajándose a medida que levantan vuelo los vehículos eléctricos y autónomos y los servicios de transporte compartido. Nuevas empresas como Tesla Inc. y Uber Technologies Inc. están desafiando a las firmas establecidas, los fabricantes de China cierran nuevas y poderosas alianzas y los Gobiernos de todo el mundo están endureciendo las normas de emisiones.

Daimler aludió a estos cambios importantísimos al anunciar el nombramiento de Kallenius, quien sucederá al veterano máximo responsable Dieter Zetsche. El cambio, según la empresa, se hizo antes de lo planeado "en vista de los desafíos planteados por la transformación de la industria automotriz".

A principios de este mes, Daimler presentó el crossover EQC, el primero de una línea eléctrica de 10 vehículos que impulsó el gasto a niveles récord por un retorno incierto. Los consumidores siguen indecisos, y las gallinas de los huevos de oro de la compañía siguen siendo vehículos como el Mercedes AMG S 65, de US$ 238,900, de la unidad que Kallenius solía supervisar. Las ventas de los vehículos de alta potencia basados en modelos Mercedes se dispararon un tercio el año pasado y llegaron a 130,000 automóviles.

Aunque Daimler sigue incrementando las entregas de automóviles a niveles récord, las presiones sobre el gasto y las consecuencias de guerra comerciales impredecibles están socavando las ganancias.

Los nuevos emprendimientos en movilidad están teniendo problemas para alcanzar la rentabilidad, pese a que Daimler fue precursora en la tendencia al lanzar el servicio de transporte compartido Car2Go en el 2008. Ahora el servicio se integrará con DriveNow de BMW AG para ganar escala y sumar opciones, como la carga y el estacionamiento de vehículos eléctricos.

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