Las apps ‘Mida su nivel de felicidad’, ‘Detector de humor’ y ‘Track your happiness’ son plataformas que a través de un sensor o preguntas, analizan su estado de ánimo. (Foto: Bloomberg)
Las apps ‘Mida su nivel de felicidad’, ‘Detector de humor’ y ‘Track your happiness’ son plataformas que a través de un sensor o preguntas, analizan su estado de ánimo. (Foto: Bloomberg)

La vida se trata de ser feliz. Y, aunque no hay una definición exacta de su significado, han aparecido aplicaciones que prometen medir los niveles de felicidad y de estrés.

Seguimiento desde el móvil

Las apps ‘Mida su nivel de felicidad’, ‘Detector de humor’ y ‘Track your happiness’ son plataformas que a través de un sensor o preguntas, analizan su estado de ánimo. “Aunque estas herramientas son cuestionables, podrían servir a personas que necesitan dialogar un poco consigo mismas. Ya que, como no existe una sola definición de felicidad, creo que las apps pueden ser útiles”, opinó el filósofo Diego Tajer.

Y agregó: “Porque si imponen una noción de felicidad que pueda usarse para mostrar y comparar con los otros, para generar otra burbuja de apariencias en redes sociales, el efecto puede no ser positivo”.

“Lo único que recomendaría es no competir en los grados de felicidad con los otros, justamente porque cada uno tiene su propia escala”, aseveró.

Qué pasa con el estrés

Para conocer el nivel de estrés existen otras soluciones. S Health, Stress Check o StressScan están incorporadas en varios smartphones con sistema operativo Android.

¿Cómo funciona? Basta colocar el dedo durante dos minutos sobre la cámara para que la app analice la frecuencia cardíaca. Como resultado, informa el nivel de estrés mental y físico en una escala de 1 a 100.

Con respecto a este tipo de herramientas, Judith Zilberman, presidenta de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), explicó que el funcionamiento de las aplicaciones es similar al de un dispositivo que mide el pulso y la cantidad de oxígeno en la sangre.

“Estos recursos no proporcionan medidas precisas, por lo que no deben usarse en reemplazo de un profesional”, apuntó.

Además, Zilberman sostuvo que “el estrés” es una entidad más compleja que un incremento de la frecuencia cardíaca. “Debemos ser muy cautelosos con los diagnósticos que nos brindan los teléfonos. Los usuarios deberían corroborar las mediciones de frecuencia cardíaca o presión arterial con equipos validados y, ante la mínima duda, consultar a su médico” concluyó.

El Observador de Uruguay
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)