Facebook
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ha estado realizando una investigación de mercado en las últimas semanas para determinar si una versión sin publicidad pagada por suscripciones incentivaría a más personas a unirse a la red social, de acuerdo con personas con conocimiento del tema.

La compañía había estudiado una opción de este tipo antes, pero ahora hay un mayor impulso interno para evaluarlo a la luz del reciente escándalo de , dijeron las personas. Los planes no son concretos y podrían no prosperar, de acuerdo con las personas, que pidieron no ser identificadas, dado que las conversaciones son privadas.

Facebook declinó comentar sobre la posibilidad de un servicio sin publicidad basado en suscripciones. El máximo ejecutivo de la empresa, , y la directora de operaciones, Sheryl Sandberg, pasaron gran parte de la teleconferencia sobre los resultados del primer trimestre de Facebook pregonando los beneficios de la red financiada por publicidad, que, según dijeron, permite a la compañía llegar a la mayor cantidad de personas, en todos los niveles de ingresos. Pero no es la única forma de dirigir el negocio.

"Sin duda pensamos en muchas otras formas de monetización, incluidas las suscripciones, y siempre seguiremos evaluando todo", dijo entonces Sandberg.

Durante su testimonio ante el Congreso el mes pasado, Zuckerberg dejó la puerta abierta a una opción de suscripciones. "Siempre habrá una versión de Facebook gratuita", dijo.

Zuckerberg ha analizado durante mucho tiempo ese tipo de alternativa; no para reemplazar el modelo de negocios de la red social, sino para eliminar una razón común que las personas dan para abandonar el servicio.

La compañía generó prácticamente la totalidad de sus US$ 41,000 millones en ingresos el año pasado mediante la venta de publicidad orientada con datos de usuarios. Investigaciones internas de la compañía en años anteriores concluyeron que los consumidores no estarían muy abiertos a una opción de suscripción, ya que considerarían codicioso de parte de Facebook pedir dinero por algo que decía que siempre sería gratis, dijeron las personas.

Ahora, piensa que la percepción de los consumidores puede estar cambiando. La compañía enfrenta una crisis de confianza pública luego de que un desarrollador proporcionara información personal de millones de usuarios de Facebook a Cambridge Analytica, una consultora política que trabajó en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016.

La noticia sobre la filtración de datos generó interrogantes sobre la información que Facebook recopila de las personas para publicidad, y sobre si los usuarios son rastreados y son objeto de publicidad de maneras que no esperan ni entienden.

La compañía con sede en Menlo Park, California, ha llevado a cabo una amplia revisión de su negocio para identificar formas de llenar posibles vacíos de seguridad y, de forma más general, recuperar la confianza de los usuarios y mejorar su experiencia.

La compañía ha sido receptiva a cambios que incluso hace un año hubieran sido impensables, como clasificar a los editores de noticias por su confiabilidad y permitir la votación positiva y negativa de los comentarios.

Los ejecutivos también se han enfrentado a preguntas difíciles por parte de los empleados, como si Facebook debería ofrecer publicidad política. Sandberg dijo a Bloomberg News el mes pasado que la red social debería seguir aceptando avisos políticos para promover la libertad de expresión.