(Bloomberg).- La recuperación de los sigue avanzando.

Las exportaciones de relojes suizos aumentaron un 4.2% en agosto, una ligera aceleración frente a julio.

Pero dentro de un conjunto de cifras optimistas hay una advertencia, en particular para los fabricantes de relojes más baratos.

El crecimiento de agosto fue impulsado totalmente por los modelos más caros, es decir, los que tenían un precio de exportación a partir de los 3,000 francos suizos (US$ 3,085).

La demanda en los segmentos de precios más bajos continuó disminuyendo y es probable que gran parte de la caída se deba al ascenso de los relojes inteligentes.

Es una mala noticia para Swatch Group AG, cuyos productos más baratos compiten directamente con el nuevo tipo de reloj. Alrededor de dos tercios de sus ventas provienen de productos que cuestan menos de 1,000 francos, según Exane BNP Paribas. El fabricante posee algunas marcas de gama alta, como Breguet y Harry Winston, pero sigue teniendo una exposición significativa al segmento de gama baja. Swatch informó la semana pasada que sus marcas de gama alta estaban experimentando el mejor crecimiento de ventas.

Richemont, por otro lado, con marcas como Jaeger-LeCoultre e IWC, está más expuesta a la alta gama. Si bien eso ha sido un problema durante una época de declive del sector de bienes de lujo, ofrece una mayor protección contra el ascenso del smartwatch.

Gadfly ha sostenido desde enero del 2016 que los fabricantes suizos de relojes no deben ignorar, y mucho menos menospreciar, la nueva generación de relojes.

Por lo menos algunos fabricantes han reconocido su atractivo para los consumidores y están produciendo relojes inteligentes. La tecnología digital está llegando a Montblanc, de Richemont, Tag Heuer, de LVMH, y Tissot, de Swatch.

Aunque el reloj de Apple Inc. tal vez no haya tenido un éxito tan instantáneo como, digamos, el iPhone, el smartwatch está aquí para quedarse. Si los fabricantes suizos de relojes pretenden captar la atención de la generación dorada del milenio, tienen que empezar a usar sus cronómetros digitales.

Por Andrea Felsted

Esta columna no refleja necesariamente la opinión de Bloomberg LP y sus dueños.