Europa no está realmente preparada para la tecnología de reconocimiento facial.
Es el veredicto de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, cuyo documento de 36 páginas publicado el miércoles dice que la región necesita reglas más estrictas que rijan el uso de dicha tecnología por parte de los Estados, ya sea en las fronteras nacionales o en espacios públicos.
"Dada la novedad de la tecnología, así como la falta de experiencia y estudios detallados sobre el impacto de las tecnologías de reconocimiento facial, es clave considerar múltiples aspectos antes de implementar un sistema de este tipo en aplicaciones de la vida real", dijo la agencia con sede en Viena.
El organismo, que analiza temas que van desde inteligencia artificial hasta derechos de los niños, publicó su informe a medida que autoridades de la UE multiplican las pruebas de reconocimiento facial en Berlín, Niza y Londres y en los aeropuertos de Ámsterdam, Dublín y París. Las tecnologías, desarrolladas por empresas privadas y personalizadas para Estados o empresas, aún no han demostrado que sean a prueba de error.
La nueva Comisión de la UE, cuyo mandato comienza en diciembre, tiene entre sus objetivos un plan para construir una “Europa adaptada a la era digital”. Un documento de política interna de la Comisión detalla los pasos que la UE debe tomar para dominar las tecnologías de inteligencia artificial, incluido el reconocimiento facial.
Marco inquebrantable
El documento de la agencia de Derechos Fundamentales dice que la UE debe reforzar su marco, desde las leyes y las normas de adquisición para tecnologías hasta las maneras en que se pueden abordar los riesgos inherentes al reconocimiento facial.
Señala la posibilidad de errores con posibles consecuencias judiciales, incluida la discriminación, la privacidad, los derechos de los menores y su impacto a largo plazo en el funcionamiento de la democracia.
También indica que hay una necesidad de información clara y transparente sobre el contexto en el que se implementa la tecnología de reconocimiento facial, y dice que la naturaleza de su uso debe ser "específica, explícita y legítima".
Observa "un mayor uso planificado de imágenes faciales en las bases de datos de la UE a gran escala en los campos de la migración y la seguridad" y advierte que "el uso de la tecnología no debe socavar la libertad de expresión, asociación y reunión".
Entretanto, las pruebas de reconocimiento facial se multiplican. La vigilancia en vivo por cámara en las calles de Gales fue considerada legal este otoño por un tribunal de Londres. Alemania, Países Bajos e Italia lo utilizan para rastrear rápidamente los controles fronterizos.
En agosto, la Autoridad de Protección de Datos de Suecia multó al municipio de Skelleftea por probar el reconocimiento facial en estudiantes de secundaria para medir la asistencia a clases. El mes pasado, la agencia de privacidad de Francia prohibió a las escuelas francesas usarlo para monitorear a los estudiantes que ingresan a sus instalaciones.