Bloomberg.- El mes pasado, Google convocó a unos 200 empleados encargados de políticas de todo el mundo para debatir si su tamaño la había convertido en un blanco demasiado atractivo para los reguladores de los Gobiernos.

El retiro de dos días en Monterey, California, donde empleados de la empresa de US$ 682,000 millones bombardearon con preguntas sobre los pros y contras de su tamaño a expertos en políticas de Washington, se realizó en momentos en que Google enfrenta demandas en Europa por prácticas monopólicas y Estados Unidos propone leyes que aumentarían la responsabilidad de los editores online por el contenido producido por otros.

Esta semana, la unidad de Alphabet Inc. reveló información que podría perturbar todavía más el panorama normativo: se reveló que cuentas vinculadas a Rusia usaron su red de anuncios para interferir en las elecciones presidenciales de 2016.

La noticia juntó a Google con Facebook y Twitter, que están complicadas por la polémica sobre el involucramiento de Rusia en las elecciones del año pasado en EE.UU. Ejecutivos de las tres empresas se están dando prisa en reaccionar.

Facebook contrató a dos empresas de relaciones públicas de crisis y planea reclutar hasta 1.000 personas para evaluar los anuncios. Sus máximos ejecutivos, entre ellos el máximo responsable Mark Zuckerberg, están llamando por teléfono a los miembros del Congreso directamente.

La empresa informó gastos en lobby por más de US$3,2 millones para el primer trimestre de 2017, un récord para la empresa. Google gastó casi US$6 millones en el segundo trimestre, otro récord de la compañía.

Ambas empresas y Twitter están trabajando juntas para lidiar con problemas relacionados a los anuncios de Rusia.

"Hay mucha presión para intervenir en este caso por lo que implica para la democracia", dijo Laura DeNardis, directora del Internet Governance Lab de la American University en Washington. "Debido a que cada vez hay más en juego para el ciberespacio, la economía y la democracia, todos los actores prestan más atención".

ColaboraciónDos comités del Congreso estadounidense y el fiscal especial Robert Mueller están examinando si operativos rusos utilizaron las plataformas de redes sociales para influir sobre los votantes estadounidenses en 2016.

Los investigadores también están examinando una posible connivencia entre los intereses rusos y asociados del presidente Donald Trump. Facebook entregó más de 3,000 anuncios adquiridos por entidades rusas a ambas investigaciones del Congreso.

Mientras tanto, se avecina un posible enfrentamiento por los anuncios políticos el 1 de noviembre, fecha en la que se llamó a ejecutivos de Google, Facebook y Twitter a prestar declaración en público en Washington ante comités del Congreso.

Facebook, Twitter y Google están cooperando en temas relacionados con los anuncios políticos rusos. Una persona al tanto de la iniciativa dijo que era algo parecido al trabajo conjunto de las tres empresas en problemas complicados para toda la industria, como la pornografía infantil o el contenido de grupos terroristas.

"Estamos analizando más profundamente para investigar los intentos de abusar de nuestros sistemas, trabajando con los investigadores y con otras empresas. Ayudaremos con las investigaciones en curso", dijo una portavoz de Google el lunes.