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El seguimiento de una dieta, tradicionalmente, se ha hecho de forma manual. Esto consiste, básicamente, en el control de los alimentos que comemos a través del apunte de los mismos en un papel. Más allá de eso, lo cierto es que no existen muchos proyectos relativos al seguimiento mediante el sentido del gusto.

No obstante, esto podría estar a punto de cambiar al conocer el programa que está siendo desarrollado por la Universidad de Tufts, situada en Massachusetts. ¿Puede ser un sensor más pequeño que el tamaño de un grano e arroz una solución convincente? Esto es lo que están precisamente buscando.

El control de una dieta puede ser muy útil para saber si uno está excediéndose o no. Del mismo modo, podría ser de gran utilidad para los especialistas para saber si sus pacientes están siguiendo la dieta de manera concienciada o no. Sea el motivo que fuere, lo cierto es que este avance podría marcar un antes y un después en este sentido.

Una revolución en materia de dietética
Tiene un tamaño que le permitiría pasar desapercibido en la boca del portador. Tal y como se puede leer en el portal Science Daily, estaría formado por hasta 3 capas que le dotarían de una gran resistencia frente al paso del tiempo, conectividad inalámbrica para poder transferir la información a un smartphone y facilidad para la obtención de los nutrientes.

Una de sus principales cualidades es que se adaptaría a la perfección a la configuración irregular de cualquier pieza dental. Esto permitiría al sensor mantenerse firme, sin moverse, durante mucho más tiempo en el lugar dispuesto.

En relación con el pequeño sensor, es importante destacar que 2 de sus 3 capas estarían fabricadas en oro, uno de los mejores materiales conductivos. Del mismo modo, la restante serviría para poder diferenciar qué tipo de sustancia ha entrado en contacto con la pieza.

El sistema de detección de uno u otro nutriente se produciría del siguiente modo. Las ondas de frecuencia que enviaría el pequeño sensor al smartphone indicarían la combinación que ha tenido lugar próxima a la pequeña pieza instalada en la boca. El software incluido en el terminal sería el encargado de distinguir cuál es nutriente que ha sido ingerido.

Un sensor con múltiples funciones el día de mañana
Esta especie de aparato presente en la boca podría servir para mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades relativas a la alimentación. Del mismo modo, podría tener una futura implementación por parte de las organizaciones sanitarias con el objetivo de detectar posibles irregularidades en materia de sanidad.