Redacción Gestión

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Cuando le obsequia un producto a su hijo menor de edad, no debe olvidar establecer algunas normas y realizar determinadas advertencias para que no quede expuesto a situaciones incómodas como algún tipo de chantaje o humillación a través de la red. Por ello, siga las siguientes recomendaciones, según el portal ABC.es

1. El uso de un nuevo gadget requiere conocer sus funcionalidades, así como los riesgos de una mala utilización. Por ello, es recomendable que ese proceso de aprendizaje y descubrimiento se haga conjuntamente entre padres e hijos.

2. El menor debería tener claro dónde, cómo y cuándo puede utilizar su nuevo equipo y protegerlo de posibles extravíos y accesos indeseados. Teniendo en cuenta la edad del menor, permítale o no llevar el producto fuera de casa. De igual forma, debe anotar datos identificativos del aparato y bloquear su uso con una clave que solo deberían conocer el menor, sus tutores o un adulto que lo acompañe en su introducción a la tecnología.

3. Lo mejor es que desde el principio se acuerde entre padres e hijos normas de uso, en base a criterios de seguridad y racionalidad (que sea adecuado por el entorno y el saber estar).

4. Los adultos deberían saber y elegir las distintas opciones de la operadora, así como las aplicaciones, programas y servicios que se instalan o contratan y las condiciones de las mismas. Saber la utilidad y contenido de las mismas, para así intuir los riesgos que se asumen. Si los mayores lo desconocen, siempre pueden preguntar a otros que entiendan más de tecnología o en tiendas.

5. Cuanto menor es el nuevo usuario, mayor supervisión, acompañamiento y concienciación necesitará del uso que hace del smartphone, tablet, ordenador, consola, cámara, etc. Esté atento para qué lo usa, con quién, qué información se intercambia.

6. Los padres pueden instalar programas que filtren el acceso a webs y contenido inapropiado o peligroso, así como que faciliten el control parental. De igual forma, es recomendable dejarse asesorar por los profesionales de centros educativos o alguna persona con conocimientos en el ámbito de la tecnología.

7. El nuevo usuario debe asumir que sus tutores tengan acceso global al contenido y uso del móvil, tablet u ordenador. Las personas mayores deben supervisar el uso de estos equipos por parte de sus niños, pero también es importante cederles libertad e intimidad conforme vayan adquiriendo responsabilidad y consciencia de los riesgos a lo que están constantemente expuestos.

8. Enséñele a su menor hijo los riesgos que puede encontrarse. Para ello, anticípele que puede ser blanco de algún tipo de ataque, humillación, chantaje o broma muy pesada. Por ello, hágale saber que cuenta con usted.

9. Establezca normas racionales y respetuosas sobre captar fotos y/o vídeos, compartir con otras personas sus imágenes y, por supuesto, la no distribución de aquellas que sean de otros sin su autorización o que puedan perjudicar irreversiblemente la imagen de cualquiera. No solo explicar que se puede incurrir en delito (como con el sexting), sino la importancia del respeto al resto.

10. Al menor debemos alertarle sobre los riesgos de fraude o condiciones que se asumen al facilitar sus datos a personas o compañías, contratar servicios y comprar online, así como enseñarle las pautas de seguridad fundamentales en el comercio electrónico, ya sea con empresas o entre particulares. También debemos alertarle del malware (virus, troyanos) y spam que se encontrará en la navegación y de las técnicas de ingeniería social existentes para engañar al internauta.